GUÍA PRÁCTICA PARA HACER CRECER Y FLORECER TU BOUGAINVILLIER EN MACETA
¿Te encanta el color y la belleza del bougainvillier y quieres tenerlo en tu casa o jardín en maceta? Este arbusto resistente y vibrante puede transformar cualquier espacio, llenándolo de vida y color, siempre y cuando le brindes los cuidados adecuados. La buena noticia es que, con un poquito de atención y algunos trucos simples, podrás disfrutar de sus flores casi durante todo el año.
Aquí te comparto una guía completa para que aprendas cómo hacer crecer, cuidar y estimular la floración de tu bougainvillier en maceta.
Escoge la maceta correcta y prepárala bien
El primer paso para asegurar una buena planta es elegir la recipiente adecuado. Se recomienda utilizar macetas de tierra cocida o cerámica, con un diámetro de al menos 30 centímetros. Esto permite que las raíces tengan espacio para crecer y que el exceso de agua pueda drenar fácilmente.
El tamaño es importante: si quieres que florezca con abundancia, no debes dejar que la planta esté demasiado apretada en la maceta.
Antes de plantar, prepara un buen sustrato mezclando tierra para macetas con un 80% de fertilizante orgánico o abono de larga duración y un 20% de arena gruesa o perlita. La arena ayuda a mejorar el drenaje del agua, fundamental para evitar que las raíces se pudran.
Al plantar, riega abundantemente para que la planta se adapte mejor y el sustrato asiente suelto en las raíces.
La frecuencia de riego: clave para una floración continua
Un error común en el cuidado del bougainvillier es el exceso de agua. Esta planta ama el sol y el suelo seco, por lo que es fundamental regar con moderación.

Durante el verano, riega una vez por semana. En otoño e invierno, reduce la frecuencia a cada 2 o 3 semanas. La clave está en dejar que la tierra se seque completamente entre riegos, así evitas que las raíces se pudran y fomentas una planta más fuerte e hidratada solo cuando realmente lo necesita.
Si vives en una zona muy húmeda, aumenta la proporción de arena en el sustrato para facilitar un buen drenaje y evitar que la humedad se quede atrapada en las raíces.
Recuerda que en épocas de frío o en zonas con alta humedad, es mejor mantener la tierra seca y evitar mojar demasiado las hojas o las flores.
Poda y estímulo de la floración
La poda es fundamental para mantener tu bougainvillier compacto, saludable y con muchas flores. Lo ideal es hacer una poda ligera en primavera, eliminando ramas secas, dañadas o demasiado largas.
Con esto, no solo mejorará su forma, sino que también estimularás la producción de nuevos tallos y, en consecuencia, más flores.
Otra forma de incentivar la floración es limitar ligeramente el tamaño de la maceta. Usar una maceta que restrinja un poco el crecimiento de las raíces ayuda a que la planta produzca más flores, en lugar de centrarse solo en crecer en tamaño.
La ubicación perfecta y la exposición solar
Para que tu bougainvillier florezca sin parar, necesita mucho sol directo, mínimo 6 horas al día. Colócalo en un lugar donde reciba luz brillante y constante, sin sombra de árboles o edificios que puedan bloquear el sol.
El sol no solo favorece la floración, sino que también ayuda a mantener el color vibrante de sus brácteas (las hojas coloridas que parecen flores).
Consejos adicionales para un cuidado óptimo
- Usa un pot que limite ligeramente la extensión de las raíces para mantener la planta controlada y más propensa a florecer.
- Evita los encharcamientos: asegúrate de que la maceta tenga agujeros de drenaje y que el agua no quede acumulada en el fondo.
- Ten paciencia y cuida la planta con constancia: con un buen sustrato, sol abundante y riegos controlados, el bougainvillier puede florecer durante meses, regalando un espectáculo de color casi sin interrupciones.
- En invierno, si las temperaturas bajan demasiado, considera mover la maceta a un lugar protegido o cubrirla con un paño para proteger las raíces del frío extremo.