CULTIVE UN JARDÍN PRODUCTIVO EN EL CONTENEDOR MÁS INESPERADO: ¡LOS CESTOS DE LAVAR!
¿Alguna vez has pensado en transformar un simple cesto de lavar en un espacio de cultivo? La idea puede parecer inusual, pero lo cierto es que los cestos de lavar representan una solución práctica, económica y versátil para crear un jardín en miniatura, especialmente en espacios reducidos o en patios pequeños.
En este artículo, te mostraré paso a paso cómo convertir un cesto de lavar en un contenedor de cultivo eficiente, resistente y bonito. Además, descubrirás por qué esta opción puede ser la mejor para quienes desean un jardín portátil, ordenado y sin complicaciones.
¿Por qué usar un cesto de lavar como recipiente de cultivo?
Los cestos de lavar son ideales porque son fáciles de mover, lo que te permite ajustar la ubicación de tus plantas según la luz, el clima o simplemente para limpiar. Son económicos y, si eliges uno de plástico resistente, te durarán muchos años.
Otra ventaja importante es que, al ser ligeros y con orificios de drenaje, previenen el estancamiento de agua y las pudriciones en las raíces. Además, con un buen acabado interior, puedes evitar que la tierra se derrame y mantener todo muy ordenado.
Este método es especialmente recomendable para quienes viven en apartamentos, casas con patios pequeños o quienes quieren aprovechar espacios urbanos sin necesidad de grandes inversiones o estructuras complicadas.
Cómo preparar tu cesto de lavar para convertirlo en un jardincito
El proceso es simple y rápido. Solo necesitas algunos materiales básicos y seguir estos pasos:
1. Limpia y prepara el cesto
Lo primero es asegurarte de que esté limpio y libre de residuos de detergentes o productos químicos. Si el cesto tiene algún olor, lávalo con agua y vinagre para neutralizarlo.
2. Aísla el interior
Para evitar que la tierra se escape, recubre el interior con un saco de basura grueso o un tejido para jardinería. Asegúralo con cinta si es necesario. Este revestimiento también ayuda a mantener la tierra en su lugar.
3. Perfora los orificios de drenaje
El paso más importante es crear agujeros en el fondo del cesto para que el exceso de agua drene correctamente. Utiliza un taladro o un clavo caliente y haz entre 4 y 6 agujeros distribuidos uniformemente en la base.
4. Añade una capa de drenaje
Antes de poner la tierra, coloca una capa de piedras pequeñas, porcelana rota o grava en el fondo. Esto facilita aún más el drenaje y evita que las raíces se ahoguen.
5. Llena con tierra de calidad
Utiliza tierra para plantas de buena calidad, preferiblemente enriquecida con compost o abono natural. Llena hasta unos 5-10 cm del borde para dejar espacio para las raíces.
¿Qué plantas puedes cultivar en un cesto de lavar?
Las posibilidades son infinitas y dependen de tus gustos, clima y espacio. Algunas ideas para empezar:

- Hierbas aromáticas: albahaca, menta, perejil, cilantro. Son fáciles de cuidar y perfectas para cocinas pequeñas.
- Vegetales en miniatura: lechugas, espinacas, rábanos, zanahorias en pequeña escala.
- Flores: petunias, geranios, pensamientos, que aportarán color y alegría a tu espacio.
- Plantas medicinales: aloe vera, manzanilla, menta medicinal.
Recuerda que es importante elegir plantas que tengan necesidades similares en cuanto a luz y riego, para facilitar su cuidado en un solo contenedor.
Consejos para mantener tu jardín en el cesto de lavar
Para que tus plantas prosperen en este particular soporte, ten en cuenta estos tips:
- Riego moderado: evita encharcar la tierra. Revisa la humedad con el dedo y riégalas solo cuando el sustrato esté seco.
- Ubicación adecuada: colócalo en un lugar donde reciba suficiente luz, pero evita el sol directo en las horas más intensas, si las plantas no lo necesitan.
- Fertilización: aplica abono líquido cada semana o cada quince días para mantenerlas nutridas.
- Poda y mantenimiento: elimina las hojas secas o dañadas y rotula las plantas si tienes muchas especies.
Ventajas adicionales de usar un cesto de lavar como contenedor
Más allá de su practicidad y economía, esta opción tiene otros beneficios que debes considerar:
- Portabilidad: puedes moverlo fácilmente para aprovechar mejor la luz o para proteger las plantas en caso de mal tiempo.