CÓMO PROPAGAR FÁCILMENTE EL PLANT PORTULACA CON PEQUEÑAS HOJAS
El portulaca, también conocido como succulenta de flores vibrantes, es una planta muy resistente y fácil de cuidar. Su belleza radica en sus coloridas flores que florecen en verano y en sus hojas pequeñas y carnosas que guardan agua. Si quieres ampliar tu colección, crear nuevos ejemplares o simplemente disfrutar de su belleza en diferentes rincones de tu hogar o jardín, aprender cómo propagarlo de forma sencilla es fundamental.
La buena noticia es que, gracias a la robustez de esta planta, la propagación con pequeñas hojas o esquejes resulta ser muy efectiva y no requiere técnicas complicadas. En esta guía te explico paso a paso cómo hacerlo para que puedas mantener vivo y saludable tu portulaca, o incluso compartirlo con amigos.
¿Por qué es tan fácil propagar el portulaca?
El portulaca se reproduce naturalmente de semillas y también de esquejes, y lo mejor es que las plantas nuevas que obtienes a partir de esquejes mantienen todas las características de la planta madre.
Sus hojas pequeñas y su facilidad para enraizar en tierra o agua hacen que sea una opción ideal para quienes disfrutan de la jardinería sencilla. No necesitas herramientas especializadas ni un conocimiento avanzado; solo un poco de paciencia y dedicación.
Otra ventaja es que, debido a que sus hojas son carnosas y almacenan agua, las plantas nuevas suelen adaptarse rápidamente y prosperar en condiciones secas o con riegos esporádicos.
Materiales necesarios para propagar tu portulaca
Antes de comenzar, asegúrate de tener estos elementos a mano:

🌱 Tijeras o cuchillo afilado para tomar los esquejes
🌱 Maceta o recipiente con buen drenaje
🌱 Tierra para suculentas o tierra bien drenada (puede ser mezcla de arena, perlita o carbón activado)
🌱 Agua (opcional, para enraizar en agua si lo prefieres)
Estos materiales son fáciles de conseguir y te permitirán comenzar el proceso sin complicaciones.
Cómo propagar el portulaca con pequeñas hojas paso a paso
Aquí tienes las instrucciones detalladas para obtener nuevos ejemplares de tu planta favorita de forma sencilla y segura.
- Selecciona las hojas o tallos adecuados
Elige hojas sanas, firmes y saludables. Es preferible cortar pequeños esquejes o ramas de unos 8 a 10 cm de longitud. Si usas hojas, selecciona las que estén completamente desarrolladas y sin daños. - Prepara los esquejes
Con el cuchillo o tijeras, haz cortes limpios justo debajo de una hoja o nudo. Es recomendable quitar las hojas inferiores para dejar solo unas cuantas en la parte superior del esqueje, evitando que se pudran en el suelo. - Deja que los esquejes se sequen
Coloca los esquejes en un lugar ventilado y sombra durante uno o dos días para que se forme una capa protectora en la herida del corte. Esto ayuda a prevenir infecciones y favorece el enraizamiento. - Enraiza en tierra o agua
Puedes optar por dos métodos:
- En tierra: Plántalos en una maceta con tierra para suculentas, enterrando solo la parte inferior y presionando ligeramente para que quede firme.
- En agua: Coloca los esquejes en un vaso con agua, asegurándote de que solo las hojas no queden sumergidas y cambian el agua cada pocos días para evitar hongos.
- Cuida tus esquejes durante el enraizamiento
Coloca la maceta en un lugar con luz brillante, pero sin sol directo. Si enraizas en agua, espera a que aparezcan las raíces, lo cual suele tardar entre una y tres semanas. - Trasplanta las raíces a tierra
Cuando observes raíces de unos 2-3 cm, trasplanta los esquejes a una maceta con tierra bien drenada. Riégalos ligeramente y colócalos en un lugar con luz moderada.
Consejos adicionales para tener éxito en la propagación
- Usa siempre material sano y evita plantas enfermas o dañadas.
- La paciencia es clave. Algunos esquejes enraizarán más rápido que otros, ¡pero todos tienen buenas probabilidades de crecer!
- La humedad moderada ayuda en el enraizamiento; evita encharcarlos.
- Puedes agregar un poco de polvo de carbón activado en la tierra para prevenir infecciones y mejorar la salud de las raíces.