PODA DE FIGUEIRA: CÓMO GARANTIZAR UNA BUENA PRODUCCIÓN
La poda de la higuera es uno de los aspectos más importantes para lograr una planta saludable y con una producción abundante de higos deliciosos. Muchas personas se sienten inseguras sobre cuándo, cómo y cuánto podar, pero la realidad es que con unos conocimientos básicos y algunos consejos prácticos, podrás cuidar y mantener tu árbol en óptimas condiciones. La poda regular ayuda no solo a mejorar la calidad y cantidad de los frutos, sino también a prevenir enfermedades y a darle una forma estructural que facilite la cosecha y el mantenimiento.
En esta guía, vamos a explicarte las diferentes técnicas de poda que debes realizar en distintos momentos del ciclo de vida de tu higuera, además de consejos para ajustarte a las características específicas de tu árbol según la variedad que tengas. ¡Sigue leyendo y descubre cómo convertirte en un experto en poda de higueras!
PRIMEROS AÑOS: PODA DE FORMACIÓN
Cuando la higuera es joven, la poda de formación es fundamental para establecer una estructura sólida y equilibrada. Durante el primer año, lo más recomendable es cortar la planta a una altura de entre 60 y 100 centímetros desde la base. Este corte ayuda a estimular el crecimiento de nuevas ramas que formarán la estructura principal del árbol.
A medida que pasa el tiempo y tu higuera crece, la idea es ir seleccionando las ramas más fuertes y eliminar las más débiles o las que crecen en direcciones no deseadas. La poda de formación en los años siguientes debe centrarse en reducir los ramos principales para evitar que la planta se vuelva demasiado densa o desequilibrada. Esto también ayuda a que el árbol desarrolle una estructura abierta, facilitando la circulación del aire y evitando la proliferación de hongos o plagas.
Recuerda que una buena estructura en los primeros años impactará directamente en la productividad y salud futura del árbol. La poda en esta fase no debe ser agresiva; al contrario, se trata de modelar la planta con cortes leves y controlados para evitar estresar a la higuera. Si tienes dudas, consulta con un experto o acude a viveros especializados para orientación específica según tu variedad.
PODA DE FRUTIFICACIÓN: Mejorando la calidad y cantidad de los higos
Una vez que la higuera alcanza una madurez adecuada, ya puede comenzar a producir frutos en cantidades considerables. Para maximizar la producción y mejorar la calidad de los higos, es necesario realizar una poda de frutificación.
Este tipo de poda consiste en eliminar los brotes nuevos y los ramos muy densos que se forman en la planta. ¿Por qué? Porque estos crecimientos pueden obstaculizar la circulación del aire, favorecer la aparición de enfermedades y reducir la calidad de los frutos, que pueden salir deformados o con menor dulzura.
Al cortar los brotes excesivos, además, se permite que la planta concentre sus energías en el desarrollo de frutos grandes y sanos. La recomendación es hacer estos cortes en la época en que la planta está en reposo, generalmente a finales del invierno o principios de primavera, para evitar dañar los brotes fructíferos.
Recuerda que cada variedad de higuera tiene diferentes necesidades y características, por eso es importante conocer bien tu árbol y ajustar la poda según sus particularidades.
ELIMINAR BROTES LADrones: Evita que la planta “robe” nutrientes
Uno de los errores más comunes en el cuidado de higueras es dejar que broten ramas que no aportan beneficios o que incluso restan recursos a la planta. Estos brotes llamados “ladrones” crecen en lugares no deseados y se alimentan de nutrientes que la higuera necesita para producir frutos.
Por eso, es muy importante identificar y eliminar estos brotes tan pronto los veas. Para hacerlo, simplemente corta en su base los tallos que no contribuyen a la estructura principal del árbol o que están en áreas internas y con poca circulación de aire. Esto no solo ayuda a concentrar los recursos de la planta en las ramas productivas, sino que también previene enfermedades y mejora la circulación del aire.
Mantener el árbol libre de estos brotes indeseados contribuirá a lograr una planta más limpia, ordenada y con mayor potencial de producción.
EVITAR PODAS DRÁSTICAS: La clave es la moderación
Muchos propietarios cometen el error de realizar podas muy fuertes en las higueras jóvenes, pensando que así lograrán mejores resultados. Sin embargo, una poda excesiva puede estresar a la planta, reducir su vigor y retrasar la producción de frutos.
Lo ideal es hacer cortes suaves y controlados en los primeros años, dejando que la planta se desarrolle sin sufrir demasiado
