CÓMO PODAR LA LAVANDA: GUÍA PASO A PASO PARA MANTENER TU PLANTA VIGOROSA Y BONITA
¿Quieres que tu lavanda crezca saludable, con un aroma intenso y una hermosa forma? La poda correcta es fundamental para mantenerla en buenas condiciones y favorecer su floración. Aunque muchas personas piensan que la lavanda necesita poca atención, un buen mantenimiento mediante una poda adecuada te permitirán disfrutar de sus beneficios durante mucho tiempo.
En esta guía, te explicaré paso a paso cómo realizar la poda de tu lavanda de manera efectiva y qué errores evitar para no dañar su crecimiento. Si quieres que tu planta luzca siempre hermosa, ¡presta atención a estos consejos!
PRIMERO: LOCALIZA LA BASE LIGNEOSA
El primer paso para una poda adecuada es identificar la parte más antigua y resistente de tu planta. Busca la base líneause, que es la zona donde las ramas verdes —que crecen hacia arriba— se unen con la parte más dura y seca, conocida como la madera. Esta base es la estructura principal de la lavanda y no debe ser dañada, ya que es donde sale nueva recuperación y crecimiento.
Es importante no cortar demasiado cerca de esta base, ya que puede afectar a la salud de la planta y su capacidad de rejuvenecerse en próximos ciclos de floración.
SEGUNDO: CORTE LOS RAMOS SUAVES
Para mantener tu lavanda con una forma compacta y saludable, realiza cortes suaves en la parte superior de la planta. Es recomendable eliminar entre 2 y 3 centímetros de la parte más joven y flexible, justo encima de la base leñosa. Esto ayuda a renovar las ramas sin perjudicar la estructura principal.
Este tipo de corte también fomenta el crecimiento de nuevas ramitas y aumenta la cantidad y calidad de las flores en la próxima temporada. Recuerda usar tijeras o herramientas de poda limpias y afiladas para un corte limpio y sin daños.
TERCERO: DAR FORMA A TU PLANTA
Para mantener a la lavanda con una forma estética y favorecedora, debes darle forma de montículo o bola. Para ello, corta las ramas exteriores que sean más cortas o más delgadas que las centrales. Así lograrás que la planta tenga un aspecto redondeado y bien equilibrado.
Este proceso no solo la hace más atractiva visualmente, sino que también ayuda a que la planta respire mejor y reciba una buena circulación de aire entre las tallos. Es importante no recortar demasiado las ramas internas, que son las que dan estructura y floración.
CUARTO: ELIMINA FLORES SECAS Y VARIETATales QUE FLORECEN MÁS DE UNA VEZ
Si tu lavanda florece varias veces durante el año, es recomendable quitar las flores marchitas o agotadas. Corta desde la base de la flor hasta la primera serie de hojas sanas. Esto estimula a la planta a producir nuevas flores y mantiene su aspecto ordenado y saludable.
No olvides que no debes eliminar más follaje del necesario. La planta necesita sus hojas para realizar la fotosíntesis y mantenerse vigorosa. La poda excesiva puede debilitarla y reducir su floración.
LO QUE NO DEBES HACER

Para cuidar bien tu lavanda, debes evitar algunos errores comunes que pueden dañarla:
- No cortes las ramas leñosas o madera seca. Esto puede debilitarlas y hacer que la planta no se recupere bien. Solo poda las partes verdes y flexibles.
- No elimines más follaje del recomendado. La planta necesita mantener suficiente hojas para su nutrición.
- No realices poda después del mes de agosto. En estas fechas, la lavanda entra en un período de descanso. Si olvidaste podarla en verano, espera hasta la primavera siguiente para hacerlo.
¿Y SI OLVIDO PODARLA?
Si pasaron los meses recomendados, no te preocupes. Lo mejor es dejarla en paz durante el invierno y realizar una poda ligera en primavera para rejuvenecerla y prepararla para la próxima floración.
Recuerda que una poda adecuada hará que tu lavanda siga siendo una planta hermosa y aromática durante muchos años. La clave está en respetar sus ciclos de crecimiento y no excederte en los cortes.
En resumen, cuidar la lavanda mediante una poda correcta es sencillo si sigues estos pasos: identificar la base leñosa, cortar suavemente la parte superior, dar forma a la planta eliminando ramas exteriores y quitar flores secas. Así, conseguirás una lavanda saludable, aromática y llena de vida.
¡Empieza hoy mismo y disfruta de un jardín lleno de belleza y fragancia natural!