Patatas Bravas: la receta española más tradicional y sabrosa
Las patatas bravas son uno de los aperitivos más populares de la gastronomía española. Este plato, originario de bares y tabernas de Madrid, se ha extendido por todo el país y se ha convertido en una tapa imprescindible para compartir con amigos. Su éxito se debe a la sencillez de la preparación y al contraste de sabores: patatas doradas y crujientes combinadas con una salsa ligeramente picante y llena de matices.
En esta guía aprenderás a preparar unas auténticas patatas bravas en casa, con consejos para personalizar la receta, variantes según tu gusto y respuestas a las dudas más frecuentes.
Ingredientes para preparar patatas bravas
Para las patatas
- 4 patatas medianas
- 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- Sal al gusto
- Perejil fresco picado (para decorar)
Para la salsa brava
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 1 cebolla pequeña, finamente picada
- 2 dientes de ajo picados
- 200 g de tomate triturado
- 1 cucharadita de pimentón dulce
- ½ cucharadita de pimentón picante (ajustar según preferencia)
- Una pizca de cayena molida (opcional para más intensidad)
- Sal y pimienta al gusto
Cómo hacer patatas bravas paso a paso
Preparación de las patatas
- Pela las patatas, lávalas y córtalas en cubos medianos para que se cocinen de forma uniforme.
- Calienta abundante aceite de oliva en una sartén y fríe las patatas hasta que estén doradas por fuera y tiernas por dentro.
- Colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa y resérvalas.
Elaboración de la salsa brava
- Sofríe la cebolla y el ajo en aceite de oliva a fuego medio hasta que se ablanden y desprendan aroma.
- Añade el tomate triturado y cocina unos 10 minutos, removiendo de vez en cuando.
- Incorpora el pimentón dulce, el pimentón picante y la cayena, mezcla bien y cocina 2 minutos más.
- Ajusta de sal y pimienta. Si prefieres una textura más fina, puedes triturar la salsa con batidora.
Montaje del plato
- Coloca las patatas en una fuente, vierte la salsa brava por encima y espolvorea perejil fresco picado antes de servir.
Consejos para mejorar tus patatas bravas
- Para una versión más ligera, hornea las patatas a 200 °C durante 30 minutos en lugar de freírlas.
- La salsa se puede preparar con antelación y conservar en la nevera hasta 3 días.
- Si quieres una salsa más suave, reduce la cantidad de pimentón picante y cayena.
- Para intensificar el sabor, añade un chorrito de caldo de pollo o de verduras a la salsa.
Variantes de las patatas bravas
- Con alioli: en algunas regiones se sirven acompañadas de salsa alioli junto con la brava, creando un contraste entre picante y cremoso.
- Al horno: ideales para quienes buscan un plato más saludable sin perder sabor.
- Estilo moderno: algunos restaurantes añaden especias como curry, comino o incluso un toque de miel para innovar en la receta clásica.
Valor nutricional aproximado
Una ración de patatas bravas caseras (200 g de patatas con salsa) aporta alrededor de:
- 250–300 calorías
- 40 g de carbohidratos
- 5 g de proteínas
- 12 g de grasas saludables (principalmente del aceite de oliva)
Esto las convierte en un plato energético, ideal como acompañamiento o como tapa ocasional.
Preguntas frecuentes sobre las patatas bravas
¿Cuál es el origen de las patatas bravas?
Se popularizaron en Madrid en la década de 1960 y desde entonces son un clásico de la tapa española.
¿Puedo hacer las patatas en freidora de aire?
Sí, quedan crujientes y con menos aceite. Basta con añadir una cucharada de aceite y cocinarlas a 190 °C durante 20 minutos, removiendo a la mitad.
¿La salsa brava siempre es picante?
Sí, el picante es su característica principal, pero puedes ajustarlo según tu tolerancia.
¿Con qué se suelen acompañar las patatas bravas?
Son perfectas con una cerveza fría, vino tinto joven o sangría. También pueden servirse como guarnición junto a carnes a la parrilla.
¿Se pueden congelar las patatas bravas?
Se recomienda congelar solo la salsa, ya que las patatas pierden textura después de descongelarse.
