Cómo cultivar tomates con el método de la cubeta perforada: guía completa
El cultivo de tomates es una de las prácticas más populares en la huerta casera, pero también una de las que más retos presenta. Mantener el suelo húmedo, nutrido y libre de enfermedades suele ser complicado, sobre todo en climas cálidos o secos. Una técnica innovadora y económica consiste en utilizar una cubeta perforada enterrada entre las plantas de tomate para mejorar el riego y la fertilización. Este sistema ha demostrado resultados sorprendentes en poco tiempo, con plantas vigorosas y gran cantidad de flores y frutos.
En este artículo aprenderás cómo aplicar este método paso a paso, cuáles son sus beneficios y qué recomendaciones adicionales debes tener en cuenta para obtener cosechas abundantes.
En qué consiste el método de la cubeta perforada
La idea principal es aprovechar una cubeta de plástico o un recipiente similar como depósito de agua y nutrientes. Este se entierra parcialmente en el suelo y se perfora con varias hileras de agujeros para que el agua y el compost se distribuyan directamente hacia las raíces. De esta manera se consigue un riego profundo, uniforme y sin mojar el follaje, lo que ayuda a prevenir enfermedades comunes en los tomates.
Materiales necesarios
- Una cubeta o contenedor de plástico resistente (de unos 30 a 50 litros).
- Taladro o herramienta para hacer agujeros.
- Compost o abono orgánico.
- Pala para excavar.
- Plantas de tomate ya establecidas en el terreno.
Preparación del sistema de riego y fertilización
- Perforación de la cubeta: haz dos hileras de agujeros. La primera debe estar cerca de la base y la segunda aproximadamente a 20–25 cm de altura.
- Colocación en el suelo: entierra la cubeta de forma que los agujeros superiores queden al ras del terreno. Esto permitirá que el agua y los nutrientes se filtren lentamente hacia las raíces.
- Añadir compost: coloca en el interior dos paladas de compost maduro o estiércol bien descompuesto. Servirá como fuente continua de nutrientes.
- Plantación de tomates: distribuye cuatro plantas alrededor de la cubeta, a una distancia suficiente para que reciban el agua y el abono de manera uniforme.
- Riego inicial: llena la cubeta con agua hasta cubrir el compost. El líquido irá filtrándose poco a poco por los orificios, manteniendo la tierra húmeda en profundidad.
Beneficios de este método
- Riego eficiente: el agua llega directamente a las raíces, evitando pérdidas por evaporación.
- Prevención de enfermedades: al no mojar las hojas, se reduce el riesgo de hongos como el mildiu o la roya.
- Aporte constante de nutrientes: el compost en la cubeta libera minerales de forma gradual.
- Crecimiento vigoroso: los tomates desarrollan raíces más profundas y tallos más fuertes.
- Mayor producción: se logran más flores y frutos en menos tiempo.
Un ejemplo práctico demostró que en apenas mes y medio las plantas alcanzaron más de 1,60 metros de altura, con decenas de racimos de flores y numerosos frutos en formación.

Recomendaciones adicionales para el éxito
- Rellena la cubeta con agua cada dos o tres días, dependiendo del clima.
- Renueva el compost cada temporada para mantener la fertilidad.
- Coloca un acolchado orgánico alrededor de las plantas para conservar la humedad.
- Asegura tutores o cañas para sostener los tallos a medida que crecen.
- Vigila plagas comunes como pulgones, orugas o mosca blanca.
Variantes del sistema
Este método puede adaptarse para otros cultivos de huerta como pimientos, berenjenas o calabacines. También es posible utilizar tubos de PVC perforados en lugar de una cubeta, lo que facilita el riego en hileras largas.
Preguntas frecuentes sobre el cultivo de tomates con cubeta perforada
¿Puedo usar cualquier tipo de cubeta?
Sí, siempre que sea de plástico resistente, no haya contenido químicos tóxicos y tenga capacidad suficiente para retener agua.
¿Qué tipo de compost es mejor?
El compost casero bien descompuesto o el estiércol maduro son ideales. También puedes mezclar humus de lombriz para enriquecer el sustrato.
¿Cuántas plantas de tomate puedo colocar alrededor de la cubeta?
Generalmente cuatro es el número ideal, ya que todas reciben un aporte equilibrado de agua y nutrientes.
¿Se puede aplicar este método en macetas grandes?
Sí, siempre que el recipiente tenga la profundidad suficiente y los agujeros estén bien distribuidos para filtrar el agua.
¿Es necesario combinar con fertilizantes químicos?
No es imprescindible, pero en periodos de alta producción se puede complementar con un fertilizante líquido orgánico diluido.
Recomendaciones de lectura interna
En trucosdevida.com puedes encontrar más consejos útiles como:
- Cómo hacer compost casero paso a paso
- Errores comunes al cultivar tomates y cómo evitarlos
- Guía para crear un huerto urbano en casa
Fuentes externas de confianza
- FAO – Guía de agricultura urbana y periurbana
- Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias – INIFAP
- Universidad de Cornell – Vegetable Growing Guides
Conclusión
El uso de una cubeta perforada para cultivar tomates es un método sencillo, económico y altamente efectivo. Permite aprovechar mejor el agua y los nutrientes, fortalece las plantas y favorece cosechas más abundantes en menos tiempo. Con algunos cuidados adicionales y constancia, cualquier persona puede aplicar esta técnica en su huerto y disfrutar de tomates frescos y de excelente calidad durante toda la temporada.