Cómo hacer la poda del olivo en agosto sin dañarlo: guía práctica y segura
La poda del olivo en agosto puede ser una gran aliada si la haces con cabeza: no se trata de recortar por recortar, sino de aplicar pequeños ajustes (poda en verde) que mejoran la aireación de la copa, reducen el estrés hídrico y preparan al árbol para el otoño. En esta guía aprenderás qué cortar, qué conservar y cómo ejecutar cada paso para no comprometer la floración ni la producción del próximo año.
Palabra clave principal: poda del olivo en agosto
Términos relacionados (LSI/NLP): poda en verde, olivo, chupones/suckers, ramas cruzadas, ventilación de copa, madera de un año, alternancia de cosecha, desinfección de herramientas, golpe de sol, estrés hídrico, olivar.
Lo esencial antes de empezar
- Objetivo en agosto: microintervenciones. Nada de podas severas; céntrate en chupones, brotes verticales estériles, ramas mal orientadas y madera claramente enferma.
- Fisiología a favor: el olivo fructifica mayormente en madera de un año. Si eliminas en exceso los brotes del año, perderás yemas florales para la siguiente campaña.
- Estrategia de calor: trabaja a primera hora o al atardecer para minimizar el estrés. Mantén riego de apoyo si el verano es seco y usa acolchado para conservar humedad.
Herramientas y preparación
- Tijeras y serrucho bien afilados (cortes limpios cicatrizan mejor).
- Desinfección rápida entre árboles y tras cortar madera enferma (alcohol al 70% o solución jabonosa).
- Protección personal: guantes, gafas y ropa ligera.
- Selladores: en olivo sano no suelen ser necesarios; prioriza cortes limpios y en el punto correcto.
¿Qué sí cortar en la poda del olivo en agosto?
- Chupones del tronco y la base (rebrotes epicórmicos): consumen energía y no aportan estructura productiva. Elimínalos al ras, sin dejar muñones.
- Brotes verticales estériles en el interior de la copa (suckers): sombrean, dificultan la ventilación y roban recursos.
- Ramas cruzadas o que crecen hacia el interior: abren heridas por fricción y crean zonas húmedas propicias a enfermedades.
- Madera claramente enferma o muerta: corta hasta tejido sano. Desinfecta la herramienta inmediatamente después.
- Ramas bajas que tocan suelo y favorecen salpicaduras de enfermedades o dificultan el paso.
Regla de oro: en verano, intenta no superar el 10–15% de la masa foliar. Si el árbol necesita una reforma mayor, pospónla a final de invierno–inicio de primavera, cuando es el momento de poda estructural.
¿Qué conservar para no perder producción?
- Ramas laterales bien iluminadas con brotación de este año: ahí estarán buena parte de las yemas florales de la próxima campaña.
- Sombras funcionales en el lateral suroeste: evitarás golpe de sol sobre el esqueleto del árbol si abres en exceso la copa.
- Ramas productivas del año anterior que aún sostienen fruta o muestran vigor equilibrado.
Paso a paso: intervención mínima, máximo efecto
- Observación 360°: rodea el árbol y detecta zonas densas, ramas cruzadas y chupones. Visualiza el flujo de aire como si fuera agua: busca un “embudo” de ventilación desde la base hasta la parte alta.
- Empieza por abajo: limpia chupones del pie y del tronco. Ganarás orden y visibilidad antes de subir a la copa.
- Interior de copa: elimina brotes verticales estériles y ramas que crecen hacia el centro. Prioriza despejar el “corazón” para que entre luz sin crear huecos extremos.
- Cruces y solapes: si dos ramas compiten, deja la mejor orientada y con mejor inserción (ángulo abierto y madera firme).
- Acabados finos: repasa cortes mal hechos, quita muñones y remata al ras del cuello de la rama (sin dañar el anillo de cicatrización).
- Retirada del material: saca del olivar los restos con síntomas de enfermedad y tritura o composta el resto lejos del tronco.
Técnica de corte correcta
- Cortes pequeños (tijera): a 1–2 mm del cuello de la rama, en bisel suave para favorecer el escurrimiento.
- Cortes medianos (serrucho): usa la técnica de tres cortes (entallado por debajo, corte por arriba y recorte final al cuello) para evitar desgarros.
- Nada de muñones: cicatrizan mal y se convierten en puertas de entrada de patógenos.
Manejo del estrés y cuidados posteriores
- Riego de apoyo: un riego profundo tras la poda del olivo en agosto ayuda a estabilizar el árbol. Evita encharcamientos.
- Acolchado (paja, triturado de poda bien compostado) en la proyección de la copa para reducir evaporación.
- Nutrición equilibrada: si tu suelo es pobre, aporta materia orgánica en otoño. Evita picos de nitrógeno a finales de verano (promueven brotes tiernos poco deseables).
- Vigilancia sanitaria: revisa el olivo 2–3 semanas después para confirmar que no hay rebrote masivo de chupones ni síntomas de estrés.
Errores frecuentes que debes evitar
- Podar al mediodía con calor intenso: aumenta el riesgo de deshidratación y golpe de sol sobre la madera expuesta.
- Abrir demasiado la copa en una sola sesión: deja madera esquelética sin protección, que sufre quemaduras.
- Eliminar madera de un año en exceso: compromete la floración del próximo ciclo.
- Dejar muñones y cortes rasgados: foco para hongos y mala cicatrización.
- Podar árboles muy debilitados: si el olivo está bajo estrés hídrico severo o atacado por plagas, prioriza recuperación antes de podar.
Calendario orientativo de poda en el año
- Final de invierno–inicio de primavera: poda estructural y de formación (las grandes decisiones).
- Verano (agosto): poda en verde de mantenimiento: aireación, chupones y ajustes finos.
- Otoño: revisión ligera, retirada de madera dañada y preparación para lluvias y vientos.
Indicadores de que tu poda veraniega fue la correcta
- Entras luz moteada al interior sin que el esqueleto quede a pleno sol.
- Sientes corriente de aire suave al atravesar la copa.
- Mantienes abundantes brotes laterales del año, bien distribuidos.
- No observas caída de fruto ni marchitez en días posteriores.
Preguntas frecuentes (FAQ)
¿Puedo hacer podas fuertes en agosto?
No es lo ideal. En poda del olivo en agosto limita la intervención a mantenimiento y sanidad. Las podas fuertes resérvalas a final de invierno–inicio de primavera.
¿Qué porcentaje de copa puedo retirar en verano?
Como máximo, 10–15% de la masa foliar. Más allá, aumentarás el riesgo de estrés y pérdida de yemas florales.
¿Es necesario sellar los cortes?
En olivos sanos y con cortes limpios sobre tejido sano, generalmente no. Lo prioritario es el corte correcto y la desinfección de herramientas. Considera sellar solo cortes grandes si el árbol está debilitado o en áreas con alta presión de patógenos.
¿Cómo gestiono los chupones que reaparecen?
Retíralos cuando aún son tiernos (se desprenden con la mano o con tijera fina). Si dejas que engrosen, rebrota más. La constancia reduce su emisión con el tiempo.
¿La poda en agosto afecta a la alternancia de cosecha?
Una poda del olivo en agosto bien ejecutada puede ayudar a equilibrar el árbol (aireación y luz) sin agravar la alternancia. Evita retirar madera productiva del año para no reducir la floración del ciclo siguiente.
Sugerencias de enlace interno (trucosdevida.com)
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- Cómo afilar y desinfectar herramientas de jardín
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Enlaces externos de alta autoridad
- Consejo Oleícola Internacional – Buenas prácticas en el olivar
- FAO – Manejo del olivo y prácticas de cultivo
- University of California Agriculture & Natural Resources – Olive pruning (orientaciones técnicas)
Estas instituciones ofrecen bases técnicas y recomendaciones contrastadas para profundizar en manejo, estructura de copa y sanidad del olivo.
Lista rápida de verificación (checklist)
- Herramientas afiladas y desinfectadas
- Trabajo en horas frescas
- Enfoque en chupones, brotes verticales internos y cruces
- Conservación de madera de un año bien iluminada
- Cortes limpios sin muñones
- Riego de apoyo y acolchado tras la intervención
Conclusión
La poda del olivo en agosto es una intervención quirúrgica: pequeña, precisa y con un gran impacto en ventilación, sanidad y equilibrio del árbol. Si respetas la madera productiva del año, evitas abrir huecos excesivos y trabajas con herramientas limpias en horas frescas, tu olivo llegará al otoño más aireado, menos estresado y mejor preparado para la próxima campaña. Haz poco, pero hazlo muy bien: esa es la clave de una poda veraniega que suma y no resta.
