Cómo construir un huerto elevado con cubierta protectora para un cultivo saludable
El huerto elevado con cubierta protectora es una solución ideal para quienes desean cultivar sus propias hortalizas y hierbas en casa durante todo el año. Este sistema combina practicidad, estética y funcionalidad, ofreciendo un entorno controlado que protege las plantas del viento, las lluvias intensas, las heladas y las plagas, al tiempo que optimiza el uso del espacio disponible en patios, terrazas o jardines.
Beneficios de un huerto elevado
Antes de comenzar la construcción, es importante comprender las ventajas de este tipo de estructura:
- Mayor control del suelo y los nutrientes: el sustrato se prepara de forma personalizada, libre de contaminantes y malezas.
- Protección frente a condiciones climáticas adversas: la cubierta ayuda a mantener una temperatura más estable y evita daños por lluvias o heladas.
- Prevención de plagas y roedores: al estar elevado, reduce el acceso de animales al cultivo.
- Mayor comodidad: facilita la siembra, el riego y la cosecha al mantener las plantas a una altura ergonómica.
- Cultivo durante todo el año: permite sembrar en invierno o prolongar la temporada de cosecha.
Diseño de la estructura del huerto elevado
Para construir un huerto elevado resistente y duradero, es necesario planificar bien los materiales y la forma.
Materiales recomendados
- Madera tratada o reciclada para la estructura principal.
- Paneles metálicos o plásticos para reforzar las paredes laterales.
- Tornillos galvanizados o clavos resistentes a la humedad.
- Plástico o policarbonato transparente para la cubierta protectora.
- Bisagras o varillas para permitir la apertura de la tapa.
Dimensiones y forma
El tamaño puede variar según el espacio disponible, aunque una altura entre 70 y 90 centímetros es ideal para el manejo sin agacharse. La profundidad mínima debe ser de 30 centímetros para garantizar un buen desarrollo radicular. La forma rectangular suele ser la más práctica para distribuir mejor las plantas.

Construcción paso a paso
- Montaje de la base: Ensambla los paneles de madera y metal formando un cajón firme. Asegúrate de que la base tenga orificios de drenaje.
- Instalación del marco superior: Añade un marco que servirá de soporte para la cubierta.
- Colocación de la tapa: Fija una estructura arqueada de bambú o metal sobre la que se colocará el plástico transparente. Este diseño permite que el agua resbale y no se acumule.
Preparación del sustrato
El éxito del cultivo depende en gran parte de la calidad del sustrato. Se recomienda una mezcla equilibrada para asegurar un buen drenaje y nutrición:
- 40 % de tierra de jardín o vegetal.
- 40 % de compost maduro o humus de lombriz.
- 20 % de arena gruesa o perlita para mejorar la aireación.
Antes de llenar el huerto, coloca una capa de grava o trozos de cerámica en el fondo para facilitar el drenaje del exceso de agua.
Riego y mantenimiento del huerto elevado
El riego uniforme es esencial para mantener la humedad del sustrato sin provocar encharcamientos. Los sistemas de riego por goteo son una excelente opción, especialmente si se cultiva en zonas cálidas o secas.
Durante los meses más cálidos, la cubierta ayuda a conservar la humedad y reducir la evaporación, por lo que se requerirán riegos menos frecuentes. En invierno, la estructura protege las raíces del frío y mantiene la temperatura estable dentro del huerto.
Para el mantenimiento, revisa periódicamente el estado de la madera, retira hojas secas y reemplaza parte del compost cada temporada para mantener el sustrato fértil.
Ventilación y control de temperatura
Una correcta ventilación es clave para evitar el exceso de calor y la aparición de enfermedades fúngicas.
- Abre parcialmente la cubierta durante las horas más cálidas del día.
- Instala bisagras o soportes que permitan levantar la tapa fácilmente.
- Si el clima es muy húmedo, deja la cubierta entreabierta para favorecer la circulación