Muffins caseros esponjosos para la merienda: receta fácil y rápida
Los muffins horneados en casa son uno de esos pequeños placeres que transforman una tarde cualquiera en un momento especial. Preparar muffins caseros esponjosos no requiere técnicas complicadas ni ingredientes difíciles de encontrar: con una buena receta base y algunos trucos, cualquier cocina puede oler a panadería.
Esta receta parte de una preparación clásica, sencilla y equilibrada, ideal para la merienda de los niños, un desayuno rápido o para acompañar el café. A partir de esta base podrás crear muchas versiones diferentes, pero siempre manteniendo la textura suave y aireada que caracteriza a los mejores muffins caseros esponjosos.
Ingredientes para muffins caseros esponjosos
Las cantidades que siguen rinden aproximadamente entre 15 y 18 unidades, según el tamaño de las cápsulas de papel.
- 3 huevos de tamaño mediano
- 150 g de azúcar blanco
- 120 ml de aceite vegetal de sabor neutro (girasol o maíz)
- 150 ml de leche a temperatura ambiente
- 1 cucharadita de extracto de vainilla o 1 sobre de azúcar vainillado
- 250 g de harina de trigo de uso común
- 1 sobre de levadura química o polvo de hornear (aprox. 12 g)
- 1 pizca de sal
Esta combinación de ingredientes garantiza una masa equilibrada: la grasa del aceite, la humedad de la leche y la estructura que aporta la harina permiten obtener muffins caseros esponjosos y con una miga ligera.
Paso a paso: cómo preparar la masa de muffins
1. Preparar el molde y el horno
- Precalentar el horno a 180 °C con calor arriba y abajo.
- Colocar cápsulas de papel en un molde para muffins o en moldes individuales.
- Si no se utilizan cápsulas, engrasar ligeramente los huecos con un poco de aceite o mantequilla y espolvorear una fina capa de harina para evitar que la masa se pegue.
2. Batir la base de huevos y azúcar
- En un cuenco amplio, batir los huevos con el azúcar hasta obtener una mezcla clara y ligeramente espumosa.
- Añadir el extracto de vainilla o el azúcar vainillado y mezclar de nuevo.
- Este paso es clave para introducir aire en la mezcla y favorecer que los muffins caseros esponjosos crezcan bien en el horno.
3. Incorporar los ingredientes líquidos
- Añadir el aceite en forma de hilo fino mientras se sigue batiendo a velocidad baja o con unas varillas manuales.
- Verter la leche poco a poco hasta integrar por completo.
- La mezcla debe quedar lisa y homogénea, sin grumos.
4. Añadir los ingredientes secos
- Tamizar juntos la harina, la levadura química y la pizca de sal.
- Incorporar estos ingredientes secos a la mezcla anterior en dos o tres veces, removiendo con movimientos suaves y envolventes.
- Es importante no batir en exceso para que la masa de muffins no pierda el aire incorporado y mantenga la textura esponjosa.
5. Repartir y hornear
- Rellenar las cápsulas de papel hasta aproximadamente dos tercios de su capacidad. De este modo, los muffins caseros esponjosos tendrán espacio para subir sin desbordarse.
- Introducir la bandeja en el horno precalentado.
- Hornear entre 15 y 20 minutos, hasta que la superficie esté dorada y, al pinchar el centro con un palillo, este salga limpio.
- Retirar del horno y dejar reposar cinco minutos en el molde.
- Transferir después a una rejilla para que terminen de enfriarse por completo.
Consejos para conseguir muffins caseros esponjosos
- Utilizar los huevos y la leche a temperatura ambiente facilita que la masa se mezcle de forma uniforme.
- No abrir el horno durante los primeros 12 minutos de cocción, ya que el cambio brusco de temperatura puede hacer que los muffins se hundan.
- Llenar los moldes siempre en la misma proporción permite que todos los muffins caseros esponjosos se horneen de manera uniforme.
- Si se desea una corteza más dorada, puede subirse ligeramente la temperatura del horno a 190 °C durante los últimos 3 minutos de cocción.
Variaciones de sabor a partir de la receta básica
Una de las ventajas de esta receta de muffins caseros esponjosos es que se adapta fácilmente a diferentes sabores y ocasiones. A partir de la masa base se pueden crear nuevas versiones sin complicaciones.
Muffins de chocolate
- Añadir a la masa 2 cucharadas de cacao en polvo sin azúcar, reduciendo la harina en la misma cantidad.
- Incorporar, si se desea, chips de chocolate negro o con leche al final de la mezcla.
Muffins de limón
- Sustituir parte de la leche por el zumo de medio limón.
- Agregar la ralladura fina de un limón a la mezcla de huevos y azúcar.
- Esta versión recuerda a las magdalenas caseras de toda la vida, con un aroma cítrico muy agradable.
Muffins de yogur muy tiernos
- Cambiar la leche por 150 g de yogur natural o de sabor vainilla.
- El yogur aporta una acidez suave que ayuda a activar la levadura, logrando muffins caseros esponjosos con una miga aún más húmeda.

Añadir frutas o frutos secos
- Se pueden incorporar pequeñas cantidades de frutos rojos, trocitos de manzana, nueces picadas o almendras laminadas.
- Es recomendable rebozar estas piezas en una cucharada de harina antes de añadirlas a la masa para que no se hundan durante el horneado.
Conservación y congelado
Los muffins se mantienen tiernos a temperatura ambiente durante 2 o 3 días si se guardan en un recipiente hermético, lejos de fuentes directas de calor o de humedad.
Para conservarlos durante más tiempo, se pueden congelar:
- Dejar que los muffins caseros esponjosos se enfríen por completo.
- Guardarlos en bolsas aptas para congelación o en recipientes bien cerrados, procurando que no queden aplastados.
- Etiquetar con la fecha y congelar hasta un máximo de 2 meses.
- Para consumirlos, dejarlos descongelar a temperatura ambiente o calentarlos unos minutos en el horno para recuperar su textura original.
Errores frecuentes al hacer muffins y cómo evitarlos
- Muffins demasiado densos: suele deberse a batir en exceso la masa después de añadir la harina. Es mejor mezclar solo hasta que no se vean restos secos.
- Superficie hundida: puede ocurrir si la puerta del horno se abre demasiado pronto o si la temperatura es baja. Conviene respetar los tiempos y evitar cambios bruscos de temperatura.
- Muffins secos: hornear más tiempo del necesario reseca la miga. Es importante comprobar con un palillo y retirar del horno en cuanto salga limpio.
- Masa desbordada: ocurre cuando los moldes se rellenan más de lo indicado. Lo ideal es no superar las tres cuartas partes de la capacidad de las cápsulas.
Corregir estos detalles mejora mucho el resultado final y ayuda a obtener siempre muffins caseros esponjosos, con buena altura y textura ligera.
Preguntas frecuentes sobre muffins caseros
¿Se puede sustituir el aceite por mantequilla?
Sí. Es posible cambiar el aceite por la misma cantidad de mantequilla derretida y templada. La miga será ligeramente más compacta y con un sabor más lácteo, pero seguirá siendo una buena receta de muffins caseros.
¿Qué tipo de harina es mejor para esta receta?
La harina de trigo de uso común funciona muy bien. Si se quiere una textura aún más ligera, puede emplearse una parte de harina de repostería. No se recomienda usar harina con demasiada fuerza, ya que podría endurecer la masa y restar esponjosidad a los muffins caseros esponjosos.
¿Puedo reducir el azúcar?
Se puede disminuir la cantidad de azúcar hasta un 20 % sin afectar demasiado la estructura. Si se reduce más, los muffins podrían perder color dorado y resultar menos tiernos, ya que el azúcar también influye en la textura.
¿Cómo adaptar la receta a una dieta sin lactosa?
Basta con sustituir la leche por una bebida vegetal (avena, soja, almendra) y asegurarse de que el resto de ingredientes no contengan lactosa. De este modo se obtienen muffins caseros esponjosos aptos para personas con intolerancia a la lactosa.
¿Es posible hacer la masa con antelación?
La masa de muffins debe hornearse poco después de añadir la levadura química. Dejarla reposar demasiado tiempo puede hacer que pierda parte de su poder de levado. Si se necesita adelantar trabajo, es mejor preparar los ingredientes secos en un recipiente y los líquidos en otro, conservándolos por separado en la nevera y mezclándolos justo antes de hornear.