Albóndigas caseras en salsa de tomate: receta tradicional y fácil

Las albóndigas en salsa de tomate son uno de los platos más representativos de la cocina casera. Con su sabor reconfortante y su textura jugosa, esta receta ha pasado de generación en generación en muchas familias. A continuación, encontrarás una versión optimizada y completa para preparar unas albóndigas caseras irresistibles, con todos los trucos para conseguir un resultado perfecto.

Qué son las albóndigas y por qué son tan populares

Las albóndigas son pequeñas porciones de carne molida que se mezclan con condimentos y otros ingredientes para darles forma y sabor. Aunque su origen se remonta a siglos atrás, su presencia en la gastronomía mediterránea y latinoamericana es un reflejo de su versatilidad. Se pueden preparar con carne de res, cerdo, pollo o incluso versiones vegetarianas con legumbres o tofu.

Su éxito radica en la combinación de una textura tierna por dentro, una capa ligeramente dorada por fuera y una salsa que potencia su sabor.

Ingredientes necesarios

Para las albóndigas

  • 500 g de carne molida (de res, cerdo o mezcla de ambas)
  • 1 huevo
  • 2 cucharadas de pan rallado
  • 1 diente de ajo picado
  • 2 cucharadas de perejil fresco picado
  • Sal y pimienta al gusto
  • Aceite de oliva para freír

Para la salsa de tomate

  • 1 cebolla pequeña picada
  • 2 dientes de ajo picados
  • 400 g de tomate triturado natural
  • 1 cucharadita de azúcar (para equilibrar la acidez)
  • 1 hoja de laurel
  • Sal, pimienta y orégano al gusto
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Cómo preparar albóndigas en salsa de tomate paso a paso

1. Preparar la mezcla de carne

En un bol amplio, coloca la carne molida junto con el huevo, el pan rallado, el ajo y el perejil. Añade sal y pimienta. Mezcla bien con las manos hasta obtener una masa uniforme. Este paso es fundamental para que las albóndigas no se desarmen durante la cocción.

2. Formar las albóndigas

Toma pequeñas porciones de la mezcla y forma bolas del tamaño de una nuez o según tu preferencia. Colócalas sobre un plato o bandeja.

3. Dorar las albóndigas

Calienta aceite de oliva en una sartén grande y fríe las albóndigas a fuego medio hasta que estén doradas por fuera. No es necesario cocinarlas completamente, ya que se terminarán de hacer en la salsa. Sácalas y colócalas sobre papel absorbente.

4. Elaborar la salsa de tomate

En la misma sartén, elimina el exceso de aceite y añade la cebolla y el ajo picados. Sofríe hasta que estén transparentes. Incorpora el tomate triturado, el azúcar, el laurel, el orégano, sal y pimienta. Cocina durante unos 10 a 15 minutos a fuego medio hasta que la salsa se espese ligeramente.

5. Cocinar las albóndigas en la salsa

Añade las albóndigas doradas a la sartén con la salsa. Tapa y deja cocinar a fuego bajo durante unos 20 minutos, removiendo de vez en cuando. De esta manera, las albóndigas absorberán el sabor de la salsa y quedarán tiernas y jugosas.

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Consejos para un resultado perfecto

  • Usa carne con un poco de grasa para lograr albóndigas más jugosas.
  • Si la mezcla queda demasiado húmeda, agrega un poco más de pan rallado.
  • Puedes añadir queso rallado a la carne para un toque extra de sabor.
  • Para una versión más ligera, cocina las albóndigas al horno en lugar de freírlas.

Variantes populares

  • Albóndigas con vino tinto: agrega medio vaso de vino tinto a la salsa para un sabor más profundo.
  • Albóndigas de pollo o pavo: ideales para una opción baja en grasa.
  • Albóndigas vegetarianas: sustituyendo la carne por lentejas cocidas o soja texturizada.
  • Albóndigas con arroz: mezcla un poco de arroz cocido en la masa para una textura diferente.

Cómo servir las albóndigas

Las albóndigas en salsa de tomate se pueden acompañar de muchas maneras:

  • Con arroz blanco o integral.
  • Con pasta, especialmente espaguetis o fideos largos.
  • Con puré de patatas o pan rústico para aprovechar la salsa.

Conservación y almacenamiento

Guarda las albóndigas en salsa en un recipiente hermético en el refrigerador durante 3 a 4 días. También puedes congelarlas: una vez frías, colócalas en bolsas o recipientes aptos para congelación y guárdalas hasta por 3 meses. Para recalentarlas, caliéntalas directamente en una sartén o en el microondas.

Beneficios nutricionales

Las albóndigas son una buena fuente de proteínas de alta calidad, hierro y vitaminas del grupo B. Si se preparan con carne magra y se cocinan con poco aceite, pueden formar parte de una dieta equilibrada. La salsa de tomate, por su parte, aporta licopeno, un antioxidante natural que contribuye a la salud cardiovascular.

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Preguntas frecuentes (FAQ)

¿Puedo hacer las albóndigas al horno en lugar de freírlas?

Sí. Puedes hornearlas a 200 °C durante unos 20 minutos, dándoles la vuelta a mitad de cocción. Obtendrás una versión más ligera y menos grasosa.

¿Cómo evitar que las albóndigas se deshagan?

Asegúrate de no añadir demasiada humedad a la mezcla y mezcla bien los ingredientes hasta lograr una masa firme. El pan rallado ayuda a mantener la consistencia.

¿Se pueden preparar con salsa de tomate casera?

Por supuesto. Si prefieres una versión más natural, usa tomates frescos maduros y tritúralos. Cocina la salsa con cebolla, ajo y hierbas aromáticas.

¿Cuánto tiempo duran las albóndigas cocinadas?

En la nevera, duran de 3 a 4 días. Si las congelas, se conservan bien hasta 3 meses sin perder sabor ni textura.

¿Con qué guarnición combinan mejor?

Las albóndigas son muy versátiles. Van bien con arroz, pasta, pan o incluso con una ensalada verde fresca.

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