Albóndigas jugosas con salsa cremosa: receta completa y consejos prácticos

Las albóndigas jugosas con salsa cremosa son un plato clásico que combina tradición y sabor, perfecto tanto para una comida familiar como para una cena especial. Este guiso destaca por su textura tierna y por el contraste de la carne sazonada con una salsa suave y aromática. A continuación encontrarás una guía detallada para prepararlas en casa, junto con variaciones, consejos de cocina y respuestas a las dudas más frecuentes.

Ingredientes para las albóndigas

  • 500 g de carne molida de res o mezcla de res y cerdo
  • 1 huevo
  • 1/2 taza de pan rallado
  • 2 cucharadas de leche
  • 2 dientes de ajo picados
  • 1/2 cebolla pequeña rallada
  • 2 cucharadas de perejil fresco picado
  • 1 cucharadita de orégano seco
  • Sal y pimienta al gusto
  • Aceite de oliva para freír

Ingredientes para la salsa cremosa

  • 200 ml de nata líquida para cocinar
  • 1 cucharada de mostaza de Dijon
  • 1 cucharadita de mostaza en grano
  • 1 pizca de pimentón dulce o picante
  • Sal y pimienta al gusto

Preparación paso a paso

1. Preparar la mezcla de carne

En un bol grande coloca la carne molida y añade el huevo, el pan rallado y la leche. Mezcla hasta lograr una masa uniforme. Este paso asegura que las albóndigas mantengan su forma durante la cocción.

2. Incorporar condimentos

Agrega el ajo, la cebolla rallada, el perejil, el orégano, la sal y la pimienta. Amasa bien con las manos limpias para que todos los sabores se integren.

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3. Formar las albóndigas

Con la mezcla lista, moldea pequeñas bolas del tamaño de una nuez. Colócalas en una bandeja para mantener su forma antes de freírlas.

4. Cocinar las albóndigas

Calienta aceite de oliva en una sartén amplia. Fríe las albóndigas a fuego medio hasta que estén doradas por fuera y completamente cocidas por dentro. Una vez listas, ponlas sobre papel absorbente para retirar el exceso de grasa.

5. Elaborar la salsa

En la misma sartén donde freíste las albóndigas, elimina el exceso de aceite. Añade la nata líquida, las mostazas y el pimentón. Cocina a fuego medio y remueve hasta que la salsa espese ligeramente. Ajusta de sal y pimienta según tu gusto.

6. Montaje y presentación

Coloca las albóndigas en una fuente y vierte la salsa por encima, o bien sirve la salsa en un cuenco aparte. Para un acabado fresco y vistoso, espolvorea perejil recién picado.

Consejos para unas albóndigas perfectas

  • Usa una mezcla de res y cerdo para conseguir una textura más jugosa.
  • Si prefieres una opción más ligera, hornea las albóndigas a 200 °C durante 20 minutos en lugar de freírlas.
  • Para una salsa más intensa, añade un chorrito de vino blanco antes de incorporar la nata.
  • Acompaña este plato con arroz blanco, puré de papas o pan casero para aprovechar al máximo la salsa.
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Variaciones de la receta

  • Albóndigas al horno: menos grasas, pero igual de sabrosas.
  • Salsa de champiñones: sustituye la mostaza por champiñones salteados con cebolla para un toque más rústico.
  • Versión picante: agrega guindilla o salsa de chile a la mezcla para un sabor más atrevido.

Valor nutricional y beneficios

Las albóndigas caseras aportan proteínas de calidad gracias a la carne magra. El pan rallado y la leche ayudan a mantener la suavidad, mientras que la salsa cremosa aporta un extra de energía. Es un plato completo que, acompañado de verduras o ensaladas frescas, puede formar parte de una dieta equilibrada.

Preguntas frecuentes (FAQ)

¿Puedo congelar las albóndigas ya cocinadas?

Sí, puedes guardarlas en recipientes herméticos y congelarlas hasta por tres meses. Se recomienda descongelarlas en la nevera y calentarlas en salsa.

¿Qué tipo de carne es mejor para albóndigas jugosas?

La mezcla de carne de res y cerdo suele ser la más adecuada, ya que combina sabor y jugosidad.

¿Cómo evito que las albóndigas se deshagan?

Es importante no excederse con el pan rallado y amasar lo suficiente para que la mezcla quede compacta. El huevo también ayuda como aglutinante.

¿Puedo sustituir la nata en la salsa?

Sí, puedes usar yogur natural o leche evaporada para una opción más ligera.

¿Con qué guarniciones combinan mejor?

El arroz, la pasta corta o una ensalada fresca son excelentes acompañamientos.

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