Calabacín gratinado al horno con queso: receta completa y consejos
El calabacín gratinado al horno con queso es una de esas recetas sencillas que siempre triunfan en la mesa. Su preparación es rápida, requiere pocos ingredientes y ofrece un resultado delicioso, ideal tanto como plato principal ligero como guarnición para carnes y pescados. Además, es una excelente manera de incluir más verduras en la dieta sin renunciar al sabor.
Beneficios del calabacín en la alimentación
El calabacín es una hortaliza muy versátil y saludable. Contiene un alto porcentaje de agua, lo que lo convierte en un alimento bajo en calorías. Aporta fibra, vitamina C, potasio y antioxidantes, elementos esenciales para el buen funcionamiento del organismo. Incorporarlo en platos al horno con queso es una forma de hacerlo más atractivo y apetecible para toda la familia.
Ingredientes necesarios
- 2 calabacines grandes
- 150 g de queso rallado (puede ser mozzarella, parmesano o una mezcla de ambos)
- 2 cucharadas de pan rallado (opcional, para un toque crujiente)
- 2 dientes de ajo finamente picados
- 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- Perejil fresco picado al gusto
- Sal y pimienta negra recién molida
Preparación paso a paso
1. Preparar los calabacines
Lava bien los calabacines y córtalos en rodajas de aproximadamente un centímetro de grosor. Este tamaño es ideal para que se cocinen de forma uniforme sin perder textura.
2. Preparar la bandeja
Engrasa una bandeja de horno con un poco de aceite de oliva para evitar que las rodajas se peguen. Coloca los calabacines distribuidos en una sola capa.
3. Condimentar
Añade sal, pimienta y un poco de aceite de oliva sobre cada rodaja. Espolvorea el ajo picado para darles un toque aromático.
4. Gratinado
Cubre las rodajas con queso rallado. Si deseas un acabado más crujiente, añade una fina capa de pan rallado sobre el queso.
5. Hornear
Lleva la bandeja a un horno precalentado a 200 °C y hornea durante 20 a 25 minutos, hasta que los calabacines estén tiernos y la superficie dorada y burbujeante.
6. Toque final
Retira del horno y añade perejil fresco picado antes de servir para aportar frescura y color al plato.
Variantes de la receta
- Versión ligera: sustituye el queso tradicional por queso bajo en grasa o reducido en sal.
- Versión vegana: utiliza quesos vegetales rallados a base de almendras o anacardos, disponibles en tiendas especializadas.
- Con hierbas aromáticas: orégano, tomillo o albahaca potencian el sabor y lo acercan a la cocina mediterránea.
- Calabacín relleno: en lugar de rodajas, corta el calabacín en mitades y rellénalo con verduras salteadas, atún o carne antes de gratinar.
Consejos prácticos
- Corta los calabacines en rodajas de grosor uniforme para que se cocinen por igual.
- Si quieres una textura más firme, hornea unos minutos sin queso antes de añadirlo.
- Sirve el plato caliente para disfrutar del queso derretido en su punto perfecto.
Ideas de acompañamiento
El calabacín gratinado al horno con queso combina a la perfección con carnes a la parrilla, pescados al horno o incluso con una ensalada fresca. También puede servirse como aperitivo o tapa en reuniones familiares.
Preguntas frecuentes
¿Se puede preparar con antelación?
Sí, puedes dejar los calabacines cortados y condimentados en la bandeja. Solo tendrás que añadir el queso y hornear antes de servir.
¿Qué tipo de queso es el más recomendable?
La mozzarella aporta cremosidad, mientras que el parmesano ofrece un sabor más intenso. Una mezcla de ambos es la opción más equilibrada.
¿Se pueden congelar?
No es recomendable congelar esta receta, ya que el calabacín pierde su textura al descongelarse y puede quedar demasiado blando.
¿Cuánto tiempo se conserva en la nevera?
Puede mantenerse refrigerado en un recipiente hermético durante 2 a 3 días. Antes de servir, basta con calentarlo en el horno o en una sartén.
¿Es apto para dietas bajas en carbohidratos?
Sí, siempre que se evite el pan rallado o se utilicen alternativas bajas en hidratos, como harina de almendra.
