Cómo Actuar ante una Obstrucción Total y Asfixia: Guía Completa Paso a Paso
La asfixia es una de las emergencias domésticas más comunes y peligrosas. Puede ocurrir en cualquier momento y afectar tanto a adultos como a niños. Saber cómo reaccionar correctamente puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. En esta guía aprenderás cómo actuar ante una obstrucción total de las vías respiratorias, cuáles son las maniobras recomendadas y qué hacer en situaciones especiales.
¿Qué es una obstrucción total?
La obstrucción total se produce cuando un objeto bloquea completamente las vías respiratorias, impidiendo que el aire llegue a los pulmones. En estos casos, la persona no puede hablar, toser ni respirar. La falta de oxígeno provoca pérdida de conciencia en pocos minutos si no se actúa de inmediato.
Reconocer este tipo de emergencia a tiempo es fundamental para aplicar los primeros auxilios correctamente.
Cómo identificar los signos de asfixia
Una persona que sufre asfixia total presenta señales claras y alarmantes:
- No puede emitir sonidos ni hablar.
- Tiene dificultad extrema o imposibilidad para respirar.
- Puede llevarse las manos al cuello como signo de auxilio.
- Su rostro comienza a ponerse azul o morado debido a la falta de oxígeno.
- En casos graves, puede perder la conciencia.
Ante cualquiera de estos síntomas, se debe actuar con rapidez y seguridad.
Golpes en la espalda: primera acción inmediata
El primer paso para intentar liberar las vías respiratorias es aplicar golpes interescapulares (entre los omóplatos):
- Colócate detrás de la persona y sujétala firmemente por el pecho.
- Inclina su torso ligeramente hacia adelante.
- Da de 1 a 5 palmadas firmes con la base de tu mano entre los omóplatos.
- Después de cada golpe, verifica si el objeto ha sido expulsado.
Estos golpes generan presión en el tórax que puede desalojar el cuerpo extraño responsable de la obstrucción.
Maniobra de Heimlich: paso esencial ante una obstrucción persistente
Si los golpes no son efectivos, aplica la maniobra de Heimlich (también conocida como compresiones abdominales):
- Colócate detrás de la persona afectada.
- Rodea su cintura con ambos brazos.
- Cierra una mano y colócala por encima del ombligo.
- Cubre el puño con la otra mano.
- Realiza compresiones rápidas hacia adentro y hacia arriba, simulando una “J” invertida.
Esta técnica genera una presión repentina en el diafragma, lo que puede expulsar el objeto que bloquea la tráquea. Repite la maniobra hasta que la persona pueda respirar o toser.
Casos especiales: embarazadas, personas con obesidad y niños
Existen situaciones donde la técnica debe modificarse para evitar lesiones o aumentar su eficacia:
En mujeres embarazadas o personas con obesidad
No se deben realizar compresiones abdominales, ya que podrían causar daño. En su lugar:
- Coloca tus manos en el centro del pecho, sobre el esternón.
- Ejerce compresiones torácicas hacia atrás con fuerza y ritmo constante.
En bebés o niños pequeños
En los lactantes, las maniobras se adaptan con especial cuidado:
- Coloca al bebé boca abajo sobre tu antebrazo, sujetando su cabeza y cuello.
- Da hasta 5 palmadas suaves en la espalda, entre los omóplatos.
- Si no funciona, gira al bebé boca arriba y realiza compresiones en el pecho con dos dedos en el centro del esternón.
Alternar golpes y compresiones
Si la obstrucción no desaparece, es recomendable alternar entre los golpes en la espalda y las compresiones abdominales o torácicas, según el caso. Cada acción aumenta las posibilidades de liberar las vías respiratorias.
Mantén la calma y continúa las maniobras hasta que la persona pueda respirar normalmente o llegue el servicio de emergencia.
Llamar a emergencias y mantener la calma
Mientras aplicas los primeros auxilios, es fundamental llamar a los servicios médicos de urgencia. Si estás acompañado, pide a alguien que realice la llamada mientras tú atiendes a la víctima.
Si la persona pierde el conocimiento y deja de respirar, inicia inmediatamente la reanimación cardiopulmonar (RCP):
- Coloca las manos en el centro del pecho.
- Realiza compresiones firmes y rápidas, alternando con respiraciones de rescate si sabes cómo hacerlo.
Consejos preventivos para evitar la asfixia
La prevención es la mejor herramienta para reducir el riesgo de asfixia:
- Corta los alimentos en trozos pequeños, especialmente para niños y ancianos.
- Evita hablar o reír mientras comes.
- Mantén fuera del alcance de los niños objetos pequeños como botones, globos o piezas de juguetes.
- Aprende técnicas básicas de primeros auxilios.
Aplicar estas precauciones puede evitar situaciones potencialmente mortales.
Preguntas frecuentes sobre la asfixia
1. ¿Cuánto tiempo puedo aplicar la maniobra de Heimlich?
Debe continuarse hasta que el objeto salga o la persona pierda el conocimiento. Si no hay resultados después de varios intentos, llama a emergencias y sigue con RCP si es necesario.
2. ¿Qué hago si la persona está sola?
Puede intentar realizar la maniobra de Heimlich sobre sí misma, presionando su abdomen contra el respaldo de una silla o el borde de una mesa, empujando hacia adentro y hacia arriba.
3. ¿Es seguro hacer la maniobra en un niño pequeño?
En menores de un año, nunca se debe hacer la maniobra abdominal. Se deben usar golpes en la espalda y compresiones torácicas adaptadas.
4. ¿Qué hago después de liberar la obstrucción?
Aunque la persona se recupere, es importante acudir al médico, ya que podría haber lesiones internas o restos que causen complicaciones posteriores.
5. ¿Puedo causar daño al aplicar estas maniobras?
Es posible provocar hematomas o molestias, pero es preferible a no actuar. La prioridad es salvar la vida y restablecer la respiración.
