Cómo hacer jabón casero con vinagre y bicarbonato: receta práctica y sostenible
El jabón casero es una alternativa económica, ecológica y muy eficaz para la limpieza del hogar. Prepararlo con ingredientes básicos como el vinagre, el bicarbonato y el aceite usado no solo ayuda a reducir residuos, sino que también ofrece un producto de gran calidad, sin aditivos agresivos. En este artículo aprenderás a elaborar un jabón casero duro, ideal para múltiples usos, siguiendo un proceso seguro y sencillo.
Beneficios del jabón casero
Hacer tu propio jabón tiene múltiples ventajas:
- Ahorro económico: se aprovecha el aceite usado y otros ingredientes de bajo costo.
- Sostenibilidad: contribuye a reducir la contaminación, ya que el aceite de cocina no se desecha en desagües.
- Versatilidad: sirve para lavar ropa, limpiar superficies o incluso desengrasar utensilios.
- Control de ingredientes: evitas químicos industriales y puedes adaptar la receta a tus necesidades.
Ingredientes necesarios
Para elaborar esta receta de jabón casero duro necesitarás:
- 2 litros de aceite usado (filtrado previamente)
- 100 ml de agua con lejía (agua con cloro)
- 100 ml de vinagre de alcohol
- 2 cucharadas de bicarbonato de sodio
- 2 cucharadas de sal
- 4 cucharadas de detergente en polvo
- 500 ml de agua
- 320 g de sosa cáustica en escamas (96–99%)
Precauciones antes de comenzar
Trabajar con sosa cáustica requiere cuidado. Algunas recomendaciones de seguridad son:
- Usar guantes, gafas protectoras y mascarilla.
- Preparar la mezcla en un área ventilada.
- Nunca verter agua sobre la sosa; la sosa debe disolverse poco a poco en agua.
- Mantener los ingredientes fuera del alcance de niños y mascotas.
Preparación paso a paso
1. Preparar el aceite
Filtra el aceite usado con un colador fino o tela para retirar impurezas. Debe estar limpio y a temperatura ambiente.
2. Mezclar ingredientes iniciales
En un recipiente grande coloca el aceite, añade la lejía (agua con cloro), la sal y mezcla bien. Luego incorpora el bicarbonato, el detergente en polvo y finalmente el vinagre.
3. Diluir la sosa cáustica
En otro recipiente, disuelve con cuidado la sosa cáustica en 500 ml de agua. Hazlo poco a poco y con protección, ya que la reacción genera calor.
4. Integrar la mezcla
Agrega lentamente la disolución de sosa al recipiente con el aceite, removiendo de forma constante durante unos 15 a 20 minutos, hasta que la mezcla adquiera una textura cremosa.
5. Moldear y dejar reposar
Vierte la mezcla en moldes de silicona o cajas forradas con papel. Deja reposar en un lugar fresco durante 24 a 48 horas. Una vez sólido, corta en barras y deja curar al aire durante 3 a 4 semanas para que el jabón pierda la alcalinidad.

Usos del jabón casero
El jabón elaborado con vinagre y bicarbonato puede emplearse para:
- Lavar ropa a mano o en trozos rallados en lavadora.
- Limpiar pisos, azulejos y superficies.
- Quitar grasa de ollas, sartenes y utensilios.
- Preparar soluciones líquidas para limpieza general.
Consejos adicionales
- Si deseas un aroma agradable, puedes añadir unas gotas de aceites esenciales (lavanda, limón, eucalipto) en el momento de mezclar.
- No uses recipientes de aluminio, ya que reaccionan con la sosa. Prefiere plástico duro o acero inoxidable.
- Mientras más tiempo repose el jabón antes de usarlo, mejor será su calidad.
Preguntas frecuentes
¿Puedo usar otro tipo de vinagre?
Sí, aunque el vinagre de alcohol es el más económico y efectivo, también puedes emplear vinagre blanco común.
¿Qué hacer si el jabón queda blando?
Si al desmoldar el jabón aún no ha endurecido lo suficiente, déjalo reposar unos días más. El tiempo de curado es clave para obtener una barra sólida.
¿Cuánto dura el jabón casero?
Guardado en un lugar seco y fresco, puede durar más de un año sin perder eficacia.
¿Se puede usar aceite nuevo?
Sí, aunque lo ideal es reciclar aceite usado para aprovechar recursos y reducir el impacto ambiental.
Conclusión
Elaborar jabón casero con vinagre y bicarbonato es una manera sencilla de ahorrar, cuidar el medio ambiente y obtener un producto de limpieza eficaz. Con un poco de práctica, este proceso puede convertirse en un hábito sostenible para el hogar.