CÓMO HACER QUE TUS ZAMIOCULCAS CREZCAN Y SE VEAN MÁS VERDES QUE NUNCA
Las zamioculcas son plantas que, además de ser resistentes y de bajo mantenimiento, aportan un toque de elegancia y frescura a cualquier espacio interior. Sin embargo, para que estas plantas luzcan exuberantes, con hojas vibrantes y muchas ramificaciones nuevas, necesitan algunos cuidados básicos que, si se siguen correctamente, marcarán la diferencia. En esta guía, te comparto consejos prácticos y fáciles de aplicar para mantener tus zamioculcas sanas, felices y llenas de vida.
¿Quieres que tu planta tenga muchas hojas nuevas y un follaje más denso? Solo necesitas prestarle atención a algunos aspectos clave de su cuidado. ¡Vamos allá!
PRIMER PASO: Riego correcto
Uno de los errores más comunes que comete la gente con las zamioculcas es regarlas en exceso o en momentos incorrectos. Estas plantas prefieren un riego mínimo y un sustrato bien drenado.
Lo ideal es regar solo cuando el sustrato esté ligeramente seco al tacto. Para comprobarlo, introduce el dedo en la tierra unos 2 o 3 centímetros. Si notas que todavía está húmeda, espera unos días más antes de volver a regar.
Además, asegúrate de que la maceta tenga agujeros de drenaje. Si el agua no puede salir, las raíces pueden pudrirse, debilitando a la planta y afectando su crecimiento.
El drenaje es fundamental. Si usas una maceta sin agujeros o si el sustrato retiene excesiva agua, la planta sufrirá. Para evitar esto, coloca en el fondo de la maceta una capa de grava o piedras pequeñas antes del sustrato. Esto ayudará a que el exceso de agua salga fácilmente y mantendrá las raíces en buen estado.
SEGUNDO PASO: La iluminación perfecta

Aunque las zamioculcas son conocidas por su resistencia en condiciones de poca luz, para promover un crecimiento más vigoroso y muchas hojas nuevas, prefieren la luz indirecta brillante.
¿Es recomendable dejarla al sol directo? No exactamente. La exposición prolongada al sol directo puede quemar sus hojas y causarlas quemaduras o manchas marrones. Lo mejor es colocarla en un lugar cercano a una ventana con cortinas o en un espacio con luz filtrada.
Si tienes espacios con poca luz natural, no te preocupes demasiado: estas plantas toleran ambientes con poca iluminación. Sin embargo, si quieres que crezca más rápido y tenga hojas más abundantes, lo recomendable es buscarle un lugar luminoso, pero protegido del sol directo.
TERCER PASO: Trasplante y suelo adecuado
El trasplante también es esencial, especialmente si quieres que tus zamioculcas luzcan siempre saludables y llenas de hojas nuevas.
Para plantas maduras, trasplanta cada 2 o 3 años. Para las jóvenes, lo ideal es hacerlo anualmente, en primavera o verano, cuando la planta está en fase de crecimiento activo.
Utiliza una maceta con agujeros de drenaje y un sustrato ligero, rico en nutrientes y con buena capacidad de drenaje. Una opción excelente es la tierra de palmeras, que es ligera y apta para estas plantas. También puedes preparar tu propio sustrato mezclando partes iguales de tierra, perlita y arena.
Recuerda que un buen trasplante favorece el desarrollo de raíces sanas, evita el encharcamiento y permite que las hojas crezcan vigorosas.
CUARTO PASO: ERRORES QUE DEBES EVITAR
Muchas veces, los problemas en las zamioculcas surgen por pequeños errores de cuidado. Aquí te comparto los más comunes y cómo evitarlos:
- No uses macetas demasiado grandes o profundas. Las raíces no necesitan tanto espacio y un recipiente muy grande puede retener demasiada humedad.
- Asegúrate de que la maceta tenga agujeros de drenaje. Nunca la plantes en un recipiente cerrado sin orificios.
- No omitas la capa de drenaje en el fondo de la maceta. Como mencionamos antes, esto es clave para la salud de la planta.
- Evita la infrafertilización. Aunque estas plantas no necesitan mucho abono, un aporte ocasional ayudará a que tengan un follaje más denso.
- No regar en exceso. La base siempre será mantener un equilibrio y controlar el riego.
QUINTO PASO: Nutrición para un crecimiento excepcional
Para potenciar el crecimiento de tus zamioculcas y que tengan muchas hojas nuevas, puedes preparar un fertilizante casero muy sencillo y efectivo.
Aquí te comparto cómo hacerlo:
- Hervir un litro de agua y dejar que enfríe completamente.
- Añadir tres