Gratinado de patatas a la crema: receta tradicional y consejos para un resultado perfecto
El gratinado de patatas a la crema, conocido en Francia como gratin dauphinois, es uno de los platos más emblemáticos de la cocina casera europea. Su textura cremosa, su sabor delicado y su versatilidad lo convierten en una opción ideal tanto para una comida familiar como para una cena elegante. En este artículo encontrarás la receta tradicional paso a paso, trucos para mejorarla, variantes y respuestas a preguntas frecuentes.
Ingredientes para 4 a 6 porciones
- 1 kg de patatas de textura firme
- 500 ml de nata líquida entera
- 300 ml de leche entera
- 2 dientes de ajo
- 50 g de mantequilla
- 150 g de queso rallado (emmental, comté o gruyère)
- Sal y pimienta al gusto
- Una pizca de nuez moscada (opcional)
Preparación paso a paso
Preparar las patatas
Lava y pela las patatas. Córtalas en rodajas muy finas, de unos 2 a 3 milímetros de grosor. Es importante no enjuagarlas después de cortarlas, ya que el almidón ayuda a espesar el gratinado y le da consistencia.
Preparar la mezcla de crema
En una cazuela, calienta la nata y la leche junto con los dientes de ajo machacados. Añade sal, pimienta y, si lo deseas, una pizca de nuez moscada. Deja que la mezcla llegue casi a ebullición y luego retírala del fuego.
Montaje del gratinado
Unta con mantequilla una fuente para horno. Coloca una primera capa de patatas en el fondo y cúbrela con parte de la mezcla de crema y leche. Repite el proceso alternando capas de patatas y crema hasta terminar con los ingredientes. Finaliza con una capa generosa de queso rallado por encima.
Cocción
Precalienta el horno a 180 °C. Introduce el gratinado y cocina entre 60 y 70 minutos, hasta que las patatas estén tiernas y la superficie presente un color dorado apetitoso.
Servicio
Deja reposar unos 5 minutos antes de servir para que el gratinado mantenga mejor su forma al cortarlo. Puedes decorarlo con un poco de perejil o tomillo fresco.
Consejos prácticos
- Para un gratinado más ligero, sustituye parte de la nata por leche semidesnatada.
- Si prefieres un resultado más cremoso, añade un poco más de nata en la mezcla.
- Utiliza un rallador de mandolina para obtener rodajas de patata del mismo grosor.
- El gratinado combina a la perfección con carnes asadas, pollo al horno o incluso una ensalada fresca.
Variantes populares
- Con bechamel: una alternativa más suave en la que se sustituye la nata por salsa bechamel casera.
- Con cebolla y bacon: una versión más sabrosa que incluye capas de cebolla caramelizada y trocitos de panceta.
- Con verduras: añade espinacas, calabacín o champiñones para un toque más nutritivo.
Valor nutricional aproximado (por ración)
- Calorías: 420 kcal
- Proteínas: 15 g
- Grasas: 25 g
- Hidratos de carbono: 35 g
Los valores pueden variar en función del tipo de queso y la cantidad de nata utilizada.
Preguntas frecuentes (FAQ)
¿Se puede preparar el gratinado con antelación?
Sí. Puedes montarlo por completo, guardarlo en la nevera cubierto con film y hornearlo justo antes de servir.
¿Es necesario añadir queso al gratinado?
La receta original francesa no siempre lleva queso, pero muchas versiones modernas lo incluyen para lograr un sabor más intenso y una capa superior dorada.
¿Se puede congelar el gratinado?
Es posible congelarlo, aunque la textura de las patatas puede cambiar ligeramente. Lo ideal es consumirlo recién hecho.
¿Qué tipo de patatas son mejores?
Las patatas de carne firme, como la variedad monalisa o charlotte, mantienen mejor su forma durante la cocción.
¿Con qué acompañar el gratinado?
Es un excelente acompañamiento para carnes, pescados o incluso como plato principal con una ensalada fresca.
