Maulbeere: Cultivo, Cuidado y Mantenimiento del Árbol de Morera

El árbol de morera, con su apariencia exótica, se está volviendo cada vez más común en nuestros jardines. En este artículo, te daremos información esencial sobre la plantación, el cuidado y la cosecha de las moras.

Características del Árbol de Mora y su Procedencia
La familia de las moras (Morus) incluye diversas especies originarias principalmente del este de Asia y Persia. Al igual que la higuera (Ficus carica) y el árbol del pan (Artocarpus heterophyllus), pertenece a la familia de las moráceas (Moraceae). Se ha cultivado en China durante más de 4,000 años, y el Nuevo Testamento incluso menciona este frutal. La morera blanca (Morus alba) llegó a la cuenca del Mediterráneo alrededor del año 550 d.C., y fue introducida en Centroeuropa en el siglo XVII, inicialmente no por sus dulces frutos, sino como alimento para las larvas del gusano de seda (Bombyx mori). Es por esta razón que muchos árboles de morera más antiguos se encuentran en el norte de Alemania.

Los árboles de morera suelen alcanzar alturas entre 8 y 10 metros, aunque en ocasiones pueden llegar hasta 15 metros. La copa del árbol, redondeada y con ramas dispersas, puede alcanzar entre 4 y 6 metros de ancho. Aparte de las moreras enanas, la mayoría de las especies presentan un crecimiento vigoroso, añadiendo hasta 70 cm anualmente. Es característico de esta familia el lácteo blanquecino que emanan al ser dañados, el cual puede provocar irritaciones en la piel. Las hojas son anchas, de forma ovalada y pueden medir hasta 20 cm de largo. En mayo, el árbol florece con flores colgantes de un color verde claro que son sensibles al frío. Desde finales de junio hasta agosto, se desarrollan frutos que pueden alcanzar los 10 cm de longitud; se consideran pseudo-bayas, ya que son en realidad un tipo de fruto agregado, y muchos no contienen semillas. Los frutos, que maduran en tonos profundos de púrpura, rojo, rosa o blanco, son deliciosamente dulces y, en función de la variedad, pueden tener sabores especiados o ácidos.

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Cultivo de la Morera: Sitio, Época y Método
Las moreras son plantas que aprecian el calor, por lo que prefieren ubicaciones soleadas y protegidas. Se adaptan muy bien a suelos ligeros, ricos en nutrientes y calizos, con un pH alto. Aunque soportan bien la sequedad y pueden crecer en suelos arenosos menos fértiles, es esencial proporcionarles suficiente espacio. Si se plantan individualmente, deberían tener un espacio de 3 a 4 metros entre cada una, mientras que en setos se pueden separar de 1 a 1.5 metros. La mejor época para la siembra es a finales de marzo, lo que permite que las plantas jóvenes se desarrollen sin el riesgo de heladas tardías.

Para plantar moreras, sigue estos pasos:

  1. Afloja bien el suelo, incorporando arena y cal al suelo pesado si es necesario.
  2. Cava un hoyo que sea al menos 1.5 veces más grande que el cepellón de la planta.
  3. Coloca el árbol en el hoyo, cubre con tierra y compacta ligeramente.
  4. Asegura el árbol individual con estacas y cuerdas para protegerlo del viento.
  5. Forma un borde para el riego y asegúrate de mantener la humedad durante el primer verano.

Si deseas cultivar la morera en una maceta, opta por variedades enanas y elige un recipiente de al menos 20 litros de capacidad, con un buen drenaje. Se recomienda usar una tierra de cultivo rica en nutrientes, como la tierra universal Plantura Bio, que retiene la humedad de forma eficaz.

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Mantenimiento de la Morera: Podar, Fertilizar y Más
Los árboles de morera, especialmente la morera negra (Morus nigra), toleran bien la poda y pueden formarse como setos o arbustos compactos. Sin embargo, es importante recordar que una poda severa puede disminuir la producción de frutos al año siguiente. Aunque estas plantas requieren poco mantenimiento y pueden soportar períodos de sequía, es fundamental que desarrollen un buen sistema de raíces. Por ello, se debe regar regularmente durante los primeros meses tras la siembra o en cultivo en maceta, especialmente durante el verano. Una vez que la morera esté bien establecida, necesitará menos riego.

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