Mimosa: No La Deseches, Con Una Brindilla Puedes Crear una Maravillosa Planta
La mimosa es mucho más que una simple planta; es un símbolo de belleza, resiliencia y renovación. Si alguna vez has tenido la oportunidad de observar las hojas delicadas y las flores vibrantes de esta planta, entenderás rápidamente por qué es tan apreciada en jardines y espacios interiores. Sin embargo, lo que mucha gente no sabe es que puedes propagar esta planta fácilmente a partir de una simple brindilla. A continuación, exploraré los secretos de la mimosa, cómo propagarla y los cuidados que necesita para prosperar.
¿Qué es la Mimosa?
La mimosa, conocida científicamente como Mimosa pudica, es una planta originaria de América del Sur y Central, aunque también crece en otras regiones cálidas del mundo. Es famosa por sus hojas delicadas que se pliegan cuando se tocan, un fenómeno conocido como tropismo. Este mecanismo de defensa le permite reaccionar ante peligros, dándole un aire exótico y fascinante.
Características Destacadas:
- Hojas: Compuestas, en forma de ovalo, que se cierran al ser tocadas.
- Flores: Pequeñas, de color rosa a morado, que florecen en esferas atractivas.
- Tamaño: Puede crecer como un arbusto bajo de aproximadamente 30 a 80 centímetros de altura.
Cómo Propagar la Mimosa a Partir de una Brindilla
Propagar una mimosa a partir de una brindilla es un proceso sencillo y gratificante, que te permitirá disfrutar de hermosas plantas sin necesidad de gastar mucho dinero. A continuación, te presentamos una guía paso a paso sobre cómo hacerlo.
Paso 1: Preparación de la Brindilla
- Selección: Busca una brindilla saludable de la planta madre. Esta debe ser flexible y tener al menos unos 10-15 cm de longitud.
- Corte: Utiliza tijeras de podar limpias y afiladas para hacer un corte limpio justo debajo de un nudo (el lugar donde las hojas se encuentran con el tallo). Este nudo es importante, ya que es donde se desarrollarán las raíces.
Paso 2: Enraizamiento
- Hormona de enraizamiento: Aunque no es totalmente imprescindible, puedes sumergir el extremo cortado de la brindilla en hormona de enraizamiento para fomentar un crecimiento más rápido de las raíces.
- Medio de cultivo: Llena una maceta pequeña con tierra ligera y bien drenada. Puedes usar una mezcla de tierra para macetas con perlita o arena para mantener una buena aireación.
- Plantación: Haz un agujero en el medio de cultivo con tu dedo o un lápiz y coloca la brindilla en el agujero, asegurándote de que el nudo quede enterrado.
Paso 3: Cuidado de la Brindilla enraizada
- Riego: Riégala ligeramente después de plantarla. Es fundamental mantener el sustrato húmedo, pero no empapado. Un exceso de agua puede causar la pudrición de las raíces.
- Ubicación: Coloca la maceta en un lugar cálido y soleado, pero evita la luz solar directa durante las primeras semanas para no estresar la planta.
- Paciencia: En 3 a 4 semanas deberías empezar a notar un crecimiento en forma de brotes nuevos, lo cual es un buen indicativo de que tu planta está funcionando bien.
Cuidados Generales de la Mimosa

Una vez que tu mimosa esté establecida, los cuidados continuos aseguran su crecimiento y floración.
Luz
- Requiere luz brillante e indirecta. Un espacio cerca de una ventana donde reciba luz filtrada es ideal.
Temperatura
- Prefiere climas cálidos, entre 20°C y 30°C. Es susceptible a las heladas, así que si vives en un lugar frío, considera mantenerla en el interior durante el invierno.
Riego
- Mantén el sustrato ligeramente húmedo, especialmente durante la temporada de crecimiento. Reduce el riego en invierno.
Fertilización
- Durante el periodo de crecimiento (primavera y verano), puedes fertilizar cada 4-6 semanas con un fertilizante equilibrado.
Podas
- La poda regular ayuda a mantener la forma y a controlar el tamaño de la planta. Si notas que se vuelve demasiado espigada, puedes recortarla para fomentar un crecimiento más