Muffins salados de verduras: receta fácil y versátil para toda la semana
Los muffins salados de verduras son una alternativa ligera y muy práctica al clásico bocadillo de pan o a las tortillas tradicionales. Se preparan en poco tiempo, se hornean en moldes individuales y son perfectos para el desayuno, la cena o para llevar en el táper. En esta guía aprenderás a preparar unos muffins salados de verduras esponjosos por dentro, dorados por fuera y llenos de color.
A lo largo del artículo verás cómo adaptar la receta a tu gusto, cómo conservarlos varios días y cómo convertir estos muffins salados de verduras en un básico de tu cocina semanal.
Ingredientes para muffins salados de verduras (10–12 unidades)
Para obtener unos muffins salados de verduras equilibrados, con buena textura y sabor suave, necesitas:
- 4 huevos tamaño M
- 120 ml de leche (entera o semidesnatada)
- 150 g de queso rallado (emmental, cheddar o mozzarella)
- 1 pequeño brócoli, cortado en ramilletes muy pequeños y escaldado unos minutos
- 1 pimiento rojo pequeño, cortado en dados finos
- 1 cebolla pequeña, muy picada (opcional)
- 150 g de harina de trigo común
- 1 cucharadita de levadura química o polvo de hornear
- 3 cucharadas de aceite de oliva suave
- Sal y pimienta negra molida al gusto
- Perejil o cebollino fresco picado para aromatizar
Con esta combinación se consigue una base neutra que deja el protagonismo a las verduras, ideal para quienes buscan muffins salados de verduras ligeros pero saciantes.
Cómo hacer muffins salados de verduras paso a paso
Preparar el horno y los moldes
- Precalienta el horno a 180 °C con calor arriba y abajo.
- Coloca cápsulas de papel en un molde para muffins o engrasa ligeramente cada hueco con aceite de oliva si no usas cápsulas.
Mezclar los ingredientes líquidos
- En un bol amplio, bate los huevos hasta que estén homogéneos.
- Incorpora la leche y el aceite de oliva, mezclando hasta obtener una mezcla lisa.
- Añade una pizca de sal y pimienta. Recuerda que el queso aporta sal, así que es mejor rectificar al final.
Incorporar los secos y formar la masa
- Tamiza la harina junto con la levadura química sobre el bol de líquidos.
- Mezcla con una espátula o varilla manual realizando movimientos suaves, solo hasta que no veas restos de harina seca.
- Es importante no batir en exceso para que los muffins salados de verduras queden esponjosos y no compactos.
Añadir las verduras y el queso
- Agrega el queso rallado a la masa.
- Incorpora el brócoli escaldado y muy bien escurrido, el pimiento rojo y la cebolla picada si decides usarla.
- Mezcla con suavidad para repartir las verduras de forma uniforme.
- Ajusta de sal y pimienta y añade perejil o cebollino picado.
Rellenar los moldes y hornear
- Reparte la masa en los moldes, llenándolos aproximadamente hasta tres cuartas partes de su capacidad.
- Si quieres, espolvorea un poco más de queso o unas hierbas por encima para que los muffins salados de verduras queden más vistosos.
- Hornea entre 20 y 25 minutos, o hasta que estén dorados y al pinchar el centro con un palillo este salga limpio.
- Deja reposar 5 minutos dentro del molde y después pasa los muffins salados de verduras a una rejilla para que terminen de enfriarse.
Consejos para que los muffins salados de verduras salgan perfectos
Para que esta receta de muffins salados de verduras sea un éxito desde el primer intento, ten en cuenta estas recomendaciones:
- Escalda el brócoli durante 2–3 minutos en agua hirviendo con sal y enfríalo en agua muy fría para mantener el color verde intenso.
- Pica todas las verduras en trozos pequeños para que se repartan bien y no se hundan.
- No te excedas con la cantidad de queso si buscas unos muffins salados de verduras ligeros; si añades más queso, reduce un poco la sal.
- No abras el horno durante los primeros 15 minutos para evitar que se bajen.
- Si tu horno tiende a dorar demasiado por arriba, coloca la bandeja en la parte media o ligeramente más baja.
Variaciones de la receta de muffins salados de verduras
Una de las ventajas de los muffins salados de verduras es que se adaptan a lo que tengas en la nevera. Algunas ideas:
Cambios de verduras
- Sustituir el brócoli por espinacas frescas o salteadas.
- Usar calabacín rallado bien escurrido.
- Añadir maíz dulce, zanahoria rallada o champiñones salteados.
Añadir proteína
- Dados de jamón cocido o pavo, para una versión más completa.
- Pollo asado desmenuzado.
- Tofu firme en cubitos, para una versión vegetariana rica en proteína.
Adaptaciones ligeras
- Sustituir parte del queso por queso fresco batido para reducir grasa.
- Usar leche desnatada o bebida vegetal sin azúcar.
- Cambiar una parte de la harina de trigo por harina integral.
Con estas variaciones seguirás disfrutando de muffins salados de verduras, pero con matices distintos según la ocasión.

Cómo conservar y congelar los muffins salados de verduras
Los muffins salados de verduras son ideales para cocinar una sola vez y comer varias veces.
- A temperatura ambiente: déjalos solo unas horas, bien tapados, si la temperatura no es muy alta.
- En la nevera: guárdalos en un recipiente hermético hasta 3 días. Puedes calentarlos unos minutos en el horno suave o en la sartén.
- En el congelador: envuélvelos individualmente en film y después colócalos en una bolsa de congelación. Duran bien hasta 2 meses. Para consumirlos, pásalos a la nevera la noche anterior y recaliéntalos en el horno.
Gracias a esta buena conservación, los muffins salados de verduras son perfectos para el batch cooking y para organizar menús semanales saludables.
Ideas para servir muffins salados de verduras
Estos muffins salados de verduras se pueden servir de muchas maneras:
- Como desayuno proteico, acompañados de una fruta y una bebida caliente.
- En la fiambrera del trabajo, junto a una ensalada fresca.
- Como parte de un brunch de fin de semana, junto a tostadas, yogur y fruta.
- En una mesa de aperitivos fríos, cortados por la mitad y acompañados de salsas ligeras como yogur con hierbas.
También son una buena forma de ofrecer verduras a niños y personas que suelen rechazarlas, ya que el formato de muffin resulta más atractivo.
Beneficios de incluir muffins salados de verduras en tu alimentación
Elegir muffins salados de verduras frente a bollería industrial o snacks procesados puede contribuir a una dieta más equilibrada. Las verduras aportan fibra, vitaminas y minerales y el huevo suministra proteína de alta calidad, algo destacado por organismos como la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura y diversas instituciones de salud pública.
Si se preparan con aceite de oliva, cantidades moderadas de queso y se acompañan de ensaladas o sopas de verduras, los muffins salados de verduras pueden formar parte de una alimentación variada, siguiendo las recomendaciones de patrones dietéticos saludables descritos por entidades como la Escuela de Salud Pública de Harvard o la Organización Mundial de la Salud.
Preguntas frecuentes sobre los muffins salados de verduras
¿Puedo hacer muffins salados de verduras sin gluten?
Sí. Puedes sustituir la harina de trigo por una mezcla específica para repostería sin gluten. Asegúrate de que la levadura también sea apta para personas celíacas. La textura puede variar ligeramente, pero los muffins salados de verduras seguirán siendo esponjosos si no trabajas demasiado la masa.
¿Se pueden preparar con antelación?
Se pueden hacer el día anterior sin problema. Guárdalos en la nevera en un recipiente bien cerrado. Al día siguiente, caliéntalos unos minutos en el horno para que recuperen su textura. Esto hace que los muffins salados de verduras sean muy prácticos para fiestas, brunch o para organizar menús semanales.
¿Qué tipo de queso es mejor para esta receta?
Lo ideal es un queso que funda bien, como emmental, cheddar suave, gouda o mozzarella. Si prefieres un sabor más marcado, puedes mezclar una parte de queso curado con otro más suave. Lo importante es no excederse para que los muffins salados de verduras no queden grasos.
¿Puedo hacerlos solo con claras de huevo?
Es posible utilizar solo claras, aunque la textura queda algo menos jugosa. En ese caso, usa unas 6 claras y añade una cucharada adicional de aceite o un poco de yogur natural para compensar la falta de yema. Así obtendrás muffins salados de verduras más ligeros en grasa.
¿Qué hago si la masa queda demasiado líquida o demasiado espesa?
Si la masa parece muy líquida, añade una o dos cucharadas más de harina, mezclando suavemente. Si está muy espesa y cuesta repartirla, incorpora un poco de leche extra. La consistencia ideal es similar a una masa de bizcocho espesa pero que cae de la cuchara.