MULTIPLICAR TUS PLANTAS DE ARÁIGNEA EN AGUA: UNA TÉCNICA FÁCIL Y SATISFAFACTORIA
Las plantas de araña, o Chlorophytum comosum, son una de las plantas de interior más populares y fáciles de cuidar. Gracias a su capacidad natural de producir “hijitos” o pequeñas plántulas en su base, se convierten en la opción perfecta para decorar tu hogar, oficina o cualquier espacio en el que quieras añadir un toque de vida y color.
¿Quieres aprender cómo multiplicar estas plantas de forma sencilla, divertida y casi segura? La buena noticia es que hacerlo en agua, sin necesidad de tierra en el comienzo, es una de las técnicas más efectivas y gratificantes que existen.
En las siguientes líneas te explico paso a paso cómo lograrlo, qué ingredientes necesitas y cuáles son los trucos para que tus plantas crezcan sanas y fuertes.
IDENTIFICA LOS “HIJITOS” DE TU PLANTA DE ARÁIGNEA
Lo primero que debes hacer es buscar los pequeños brotes o “hijitos” en la base de la planta madre. Estos suelen parecerse a pequeñas estacas o tiges con raíces nacientes, y generalmente están en buen estado, verdes y con indicios de que están creciendo.
Busca plántulas saludables: deben tener un color verde vivo y, si tienes suerte, algunas raíces pequeñas ya visibles en su extremo. Evita las que luzcan débiles, marchitas o amarillas, pues pueden tener menos posibilidades de enraizar con éxito.
CÓMO CORTAR Y PREPARAR LOS HIJITOS
Usa tijeras o un cuchillo limpio y afilado para cortar los hijitos firmemente en la base, asegurándote de no dañar la raíz principal o la planta madre. Lo ideal es seleccionar varios hijitos si tienes varios disponibles, para aumentar tus posibilidades de éxito.

Luego, deja que las plantas cortadas descansen unas horas o toda la noche, para que la herida se cicatrice un poco y reducir la posibilidad de que se pudran en el agua.
LLENA EL VASO Y COLOCA LOS HIJITOS
Elije un vaso, frasco o recipiente transparente con agua a temperatura ambiente. Coloca en él los hijitos, asegurándote de que las raíces o la base de la planta queden sumergidas en el agua.
Es muy importante que las hojas no toquen el agua, ya que eso puede favorecer la podredumbre. La idea es que solo las raíces o la base estén en contacto con el líquido.
Ubica el recipiente en un lugar luminoso, pero sin sol directo. Una ventana orientada al este u oeste, o cerca de una fuente de luz indirecta, será perfecta. Así, las raíces podrán crecer sin riesgo de quemarse por el sol.
CUIDADO Y CÓMO ASEGURAR ÉXITO
Para mantener en perfectas condiciones tus hijitos en agua, debes cambiar el líquido cada 2 o 3 días. Esto evita que el agua se vuelva turbia o que acumule bacterias que puedan impedir el correcto enraizamiento.
Con estos cambios frecuentes, tus hijitos empezarán a desarrollar raíces más gruesas y largas en aproximadamente una o dos semanas. Cuando las raíces alcancen unos pocos centímetros, podrás decidir si trasplantarlas a una maceta con tierra, o si prefieres mantenerlas en agua para un estilo minimalista y moderno.
LAS VENTAJAS DE ESTA TÉCNICA
Esta forma de multiplicar las plantas es sencilla, económica y muy satisfactoria. Es ideal para quienes se inician en el mundo del jardinería o para niños que desean aprender cómo crecen las plantas.
Además, es un método que favorece que las plantas desarrollen raíces saludables en poco tiempo, sin complicaciones ni gastos extras. Puedes hacer varias multiplicaciones en una misma temporada y, si quieres, regalar hijitos a amigos y familiares.
PREGUNTAS FRECUENTES
¿Funciona con todos los tipos de plantas de araña?
No, principalmente funciona con el Chlorophytum comosum y otras plantas que producen hijitos con raíces fáciles de enraizar.
¿Cuánto tarda en crecer la raíz?
Por lo general, en 1 a 2 semanas se empiezan a ver las primeras raíces. Cada planta puede tener su ritmo, así que paciencia.
¿Puedo trasplantar las plantas directamente en tierra?
Sí, cuando las raíces tengan algunos centímetros puedes trasplantarlas en macetas con tierra bien drenada para asegurar su crecimiento.
¿Sirve para otras plantas?
Sí, en algunos casos funciona con pothos, helechos