Sopa de cebolla gratinada: receta tradicional francesa paso a paso
La sopa de cebolla gratinada es uno de los platos más emblemáticos de la cocina francesa. Reconfortante, aromática y con un sabor inconfundible, ha conquistado mesas en todo el mundo gracias a su equilibrio entre sencillez y elegancia. Su origen se remonta a la Edad Media, cuando la cebolla era un ingrediente humilde pero esencial en la dieta de los campesinos. Con el tiempo, la receta se perfeccionó en los bistrós de París, convirtiéndose en un clásico que hoy podemos disfrutar en casa.
En este artículo encontrarás una guía completa para preparar la sopa de cebolla gratinada de manera auténtica, con consejos prácticos, variantes y recomendaciones de servicio.
Ingredientes para 4 porciones
- 6 cebollas amarillas grandes
- 50 g de mantequilla
- 1 cucharada de aceite de oliva
- 1 cucharadita de azúcar
- 1 litro de caldo de carne o ave (casero o de buena calidad)
- 150 ml de vino blanco seco
- 2 cucharadas de harina de trigo
- 1 hoja de laurel
- 1 rama de tomillo fresco
- Sal y pimienta al gusto
- 1 baguette o pan rústico cortado en rebanadas y tostado
- 150 g de queso rallado (Gruyère, Comté o Emmental)
Cómo preparar sopa de cebolla gratinada
1. Caramelizar las cebollas
Pela y corta las cebollas en rodajas finas. Colócalas en una cazuela amplia con la mantequilla y el aceite de oliva a fuego bajo. Añade el azúcar y cocina lentamente durante 25 a 30 minutos, removiendo con frecuencia, hasta que las cebollas adquieran un color dorado intenso y una textura suave. Este paso es fundamental para lograr la profundidad de sabor característica de la sopa de cebolla al horno.
2. Incorporar el vino y la harina
Espolvorea la harina sobre las cebollas caramelizadas y mezcla bien para espesar ligeramente la base. Vierte el vino blanco, removiendo con una cuchara de madera para desprender los jugos pegados en el fondo de la cazuela.
3. Añadir el caldo y las hierbas
Agrega el caldo caliente, la hoja de laurel y el tomillo fresco. Salpimienta a tu gusto. Deja que la sopa hierva a fuego suave durante unos 30 minutos, lo que permitirá que todos los sabores se integren.
4. Preparar el pan
Tuesta las rebanadas de pan en el horno o en una sartén. Si deseas potenciar el sabor, frótalas con un diente de ajo cortado por la mitad antes de añadirlas a la sopa.
5. Montaje y gratinado
Sirve la sopa caliente en cuencos resistentes al horno. Coloca encima varias rebanadas de pan tostado y cúbrelas con abundante queso rallado. Gratina en el horno a temperatura alta hasta que el queso se funda y se dore ligeramente.
6. Servir y disfrutar
Lleva los cuencos a la mesa con cuidado y decora con unas hojas de tomillo fresco. La sopa debe servirse muy caliente para aprovechar su textura cremosa y su aroma irresistible.
Consejos para una sopa de cebolla perfecta
- Usa cebollas amarillas o dulces, ya que caramelizan mejor que las cebollas blancas.
- Un caldo casero intensifica el sabor, pero si usas uno comercial, procura que sea bajo en sal.
- El vino blanco seco equilibra la dulzura de la cebolla, pero puedes sustituirlo por jerez o incluso sidra.
- Para una textura más ligera, utiliza solo una capa fina de pan; para una versión más contundente, coloca varias capas alternadas con queso.
Variantes de la receta
- Versión vegetariana: sustituye el caldo de carne por un buen caldo de verduras.
- Con cerveza: reemplaza el vino por cerveza rubia para un sabor más tostado.
- Sin gluten: utiliza pan y harina sin gluten.
- Más cremosa: añade un poco de nata líquida al final de la cocción para una textura más suave.
Valor nutricional aproximado (por porción)
- Calorías: 340 kcal
- Proteínas: 15 g
- Grasas: 14 g
- Hidratos de carbono: 35 g
- Fibra: 4 g
Estos valores pueden variar según el tipo de pan y queso utilizado.
Preguntas frecuentes sobre la sopa de cebolla gratinada
¿Se puede preparar la sopa con antelación?
Sí. Puedes cocinar la base de cebolla con el caldo y guardarla en el refrigerador hasta 48 horas. Antes de servir, solo necesitas calentarla, añadir el pan y el queso, y gratinarla.
¿Qué queso es el mejor para gratinar esta sopa?
El Gruyère es el más tradicional en Francia, pero también funcionan muy bien el Comté y el Emmental. Lo importante es que sea un queso que funda fácilmente.
¿Puedo congelar la sopa de cebolla gratinada?
La base de la sopa sin el pan ni el queso se puede congelar hasta por 3 meses. Se recomienda añadir el pan y el gratinado únicamente al momento de servir.
¿Qué tipo de pan es el más adecuado?
El pan rústico de miga firme es ideal porque no se deshace con el caldo. Una baguette tradicional es la opción más común.
