Spaghetti con albóndigas: receta casera completa y guía para prepararlos como un profesional
Los spaghetti con albóndigas son uno de los platos más representativos de la cocina casera, una combinación reconfortante que une pasta al dente con una salsa de tomate aromática y albóndigas tiernas. Esta versión está pensada para obtener un sabor equilibrado, una textura suave y un resultado final consistente, ideal para una comida familiar o una cena especial. A continuación encontrarás una receta detallada, consejos prácticos y variaciones que te permitirán dominar este plato tradicional con ingredientes accesibles.
Ingredientes esenciales para preparar spaghetti con albóndigas
La clave de unos buenos spaghetti con albóndigas es la calidad de los ingredientes. A continuación se detallan los componentes principales divididos por preparación.
Ingredientes para las albóndigas
- 500 g de carne picada (puede ser de ternera o una mezcla de ternera y cerdo)
- 1 huevo
- 1 cebolla finamente picada
- 2 dientes de ajo triturados
- 40 g de pan rallado
- 30 g de queso parmesano rallado
- 2 cucharadas de perejil picado
- Sal y pimienta al gusto
- 1 cucharada de aceite de oliva para cocinar
Ingredientes para la salsa de tomate
- 400 g de tomates triturados
- 1 taza pequeña de salsa de tomate o passata
- 1 cebolla picada
- 2 dientes de ajo picados
- 1 cucharadita de azúcar
- 1 cucharadita de orégano
- 1 hoja de laurel
- Sal y pimienta al gusto
- 2 cucharadas de aceite de oliva
Ingredientes para la pasta
- 400 g de spaghetti
- Sal para el agua de cocción
Cómo preparar spaghetti con albóndigas paso a paso
Para lograr un plato equilibrado, es importante seguir el orden adecuado de las preparaciones. De esta manera, la salsa tendrá el tiempo de cocción necesario y las albóndigas quedarán jugosas sin perder su forma.
Preparación de las albóndigas
En un recipiente amplio se mezcla la carne picada con el huevo, la cebolla, el ajo, el pan rallado, el queso parmesano, el perejil, la sal y la pimienta. La mezcla debe quedar homogénea y firme. Después, se forman albóndigas de tamaño medio, presionando ligeramente para evitar que se desarmen durante la cocción.
En una sartén caliente con aceite de oliva se doran las albóndigas por todos los lados. Este proceso les aporta sabor y ayuda a que mantengan su estructura. Una vez doradas, se retiran y se reservan.
Preparación de la salsa casera
En una olla grande se sofríen el ajo y la cebolla en aceite de oliva hasta que estén ligeramente transparentes. Luego se agregan los tomates triturados, la passata, el azúcar, el orégano, la hoja de laurel, la sal y la pimienta. La mezcla se deja cocinar durante unos minutos para que los sabores se integren adecuadamente.
A continuación, se incorporan las albóndigas doradas a la olla para que terminen de cocinarse en la salsa. Este paso es fundamental para que absorban el sabor del tomate y las hierbas. El tiempo recomendado es de 20 a 25 minutos a fuego suave.
Cocción de los spaghetti
En una olla con abundante agua hirviendo y sal se cuecen los spaghetti siguiendo las indicaciones del fabricante. Una vez listos, se escurren y se reservan sin enjuagar, para conservar el almidón y facilitar la adhesión de la salsa.
Integración final del plato
Los spaghetti se mezclan directamente en la olla con la salsa y las albóndigas. Esta integración permite que la pasta absorba parte del sabor y obtenga una textura más uniforme. El objetivo es que cada bocado combine salsa, pasta y carne de manera equilibrada.
Consejos prácticos para realzar tus spaghetti con albóndigas
Unos pequeños ajustes pueden transformar este plato en una versión más profesional:
- Agregar hojas de albahaca fresca al final potencia el aroma de la salsa.
- Espolvorear parmesano recién rallado intensifica el sabor sin saturarlo.
- Para una alternativa más ligera, las albóndigas pueden cocerse al horno a 190 °C durante unos 15 o 20 minutos.
- Si prefieres una salsa más espesa, puedes dejarla reducir a fuego lento antes de añadir las albóndigas.
Variaciones interesantes para personalizar la receta
Aunque la receta tradicional de spaghetti con albóndigas es muy valorada, pueden incorporarse variaciones según el gusto personal:
- Usar carne de pollo o pavo para una versión más ligera.
- Añadir zanahoria rallada o apio picado al sofrito para enriquecer la salsa.
- Incluir un toque de vino tinto en la cocción del tomate para obtener una salsa más profunda.
- Cambiar los spaghetti por una pasta corta si se busca una textura diferente.

Valor nutricional aproximado
Este plato aporta proteínas, carbohidratos complejos y grasas saludables. La mezcla de carne y pasta da como resultado una comida equilibrada, especialmente si se complementa con una ensalada fresca o verduras salteadas. Consumido con moderación, puede integrarse perfectamente en una dieta variada.
Preguntas frecuentes sobre los spaghetti con albóndigas
¿Puedo preparar las albóndigas con anticipación?
Sí. Las albóndigas pueden cocinarse previamente y congelarse. A la hora de usarlas, basta con calentarlas directamente en la salsa.
¿Qué tipo de carne es mejor para esta receta?
La mezcla de carne de ternera y cerdo consigue una textura más jugosa, aunque también puede utilizarse carne de res magra para un plato más ligero.
¿La salsa puede prepararse sin passata?
Sí, aunque la passata aporta una consistencia más cremosa. Si no se dispone de ella, puede aumentarse la cantidad de tomate triturado.
¿Es posible hacer esta receta sin lácteos?
Sí. Basta con eliminar el queso parmesano o sustituirlo por una alternativa vegetal certificada.
¿Qué puedo hacer si la salsa queda demasiado ácida?
Un toque de azúcar o una pequeña cantidad de zanahoria rallada puede equilibrar la acidez del tomate.