Tortilla de verduras con champiñones: receta saludable y fácil
La tortilla de verduras con champiñones es una de esas recetas sencillas, nutritivas y versátiles que nunca fallan. Su combinación de huevos, calabacín, tomate y champiñones la convierte en una opción equilibrada para cualquier momento del día, ya sea un desayuno energético, una cena ligera o un plato principal acompañado de ensalada.
Prepararla no requiere experiencia culinaria avanzada, y en menos de 20 minutos puedes tener un plato casero lleno de sabor y beneficios para la salud. A continuación, te mostramos cómo hacerla paso a paso, junto con consejos prácticos, variantes y preguntas frecuentes.
Ingredientes de la tortilla de verduras con champiñones
- 3 huevos grandes
- 1 calabacín pequeño
- 6 champiñones frescos
- 1 tomate grande o 2 pequeños
- 2 cucharadas de queso rallado (opcional)
- 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta al gusto
- Perejil fresco o cebollino picado (opcional)
Cómo hacer tortilla de verduras con champiñones paso a paso
Paso 1: Preparar las verduras
Lava bien todas las verduras. Corta el calabacín en medias lunas finas, los champiñones en láminas y el tomate en rodajas.
Paso 2: Saltear los ingredientes
En una sartén con aceite de oliva, saltea primero el calabacín y los champiñones durante unos 3–4 minutos, hasta que estén tiernos y ligeramente dorados. Añade las rodajas de tomate y cocina 1 minuto más. Retira las verduras de la sartén y resérvalas.
Paso 3: Batir los huevos
En un bol, bate los huevos con una pizca de sal y pimienta. Si prefieres una textura más esponjosa, puedes añadir una cucharada de leche.
Paso 4: Cocinar la base de la tortilla
Vierte los huevos batidos en la sartén caliente y cocina a fuego medio. Cuando comiencen a cuajarse, coloca las verduras sobre un lado de la tortilla. Si deseas, añade el queso rallado en este momento para que se funda con el calor.
Paso 5: Doblar y servir
Dobla la tortilla sobre el relleno y deja cocinar un par de minutos más, hasta que esté dorada por fuera pero jugosa en el interior. Sirve caliente, decorada con perejil fresco o cebollino picado.

Consejos para una tortilla perfecta
- Utiliza champiñones frescos en lugar de enlatados para conservar todo su sabor y textura.
- Añadir un poco de queso rallado intensifica el sabor, pero si buscas una opción ligera, puedes omitirlo.
- Para que no se pegue, utiliza una sartén antiadherente y asegúrate de calentarla bien antes de verter los huevos.
- Puedes acompañar esta tortilla con una ensalada de hojas verdes o con pan integral tostado para hacer una comida más completa.
Variantes de la tortilla de verduras con champiñones
- Con espinacas y pimientos: una versión más colorida y rica en fibra.
- Estilo mediterráneo: añade aceitunas negras y un poco de queso feta desmenuzado.
- Versión vegana: sustituye los huevos por harina de garbanzo mezclada con agua y una pizca de cúrcuma.
- Más proteica: incorpora pechuga de pollo a la plancha cortada en tiras.
Beneficios nutricionales de la tortilla de verduras
La combinación de huevos y verduras ofrece proteínas de alta calidad, vitaminas y minerales esenciales. Los champiñones aportan antioxidantes y fibra, mientras que el calabacín y el tomate son ricos en vitamina C y agua, lo que ayuda a mantener una buena hidratación.
Preguntas frecuentes sobre la tortilla de verduras con champiñones
¿Se puede hacer la tortilla sin queso?
Sí, el queso es opcional. La receta resulta igual de sabrosa sin él, especialmente si utilizas verduras frescas y bien sazonadas.
¿Cómo lograr que la tortilla quede jugosa por dentro?
La clave está en cocinarla a fuego medio y retirarla del calor antes de que se seque completamente.
¿Puedo añadir más verduras?
Sí, puedes experimentar con zanahoria rallada, brócoli en trozos pequeños o calabaza salteada.
¿Se puede preparar con antelación?
Sí, pero lo ideal es consumirla recién hecha. Si la preparas antes, guárdala en el frigorífico y caliéntala a fuego lento en la sartén para conservar su textura.
¿Es apta para dietas bajas en calorías?
Sí, especialmente si utilizas poco aceite y evitas el queso. Una porción aporta proteínas y fibra con pocas calorías.